El factor religioso en las elecciones de Guatemala

El 20 de agosto, el sociólogo Bernardo Arévalo, del partido Movimiento Semilla fue electo presidente de Guatemala con el 60.91% de los votos mientras que su oponente, Sandra Torres de la Unión Nacional de la Esperanza (UNE) obtuvo un 39.09% (Prensa Libre, 29 de agosto de 2023).

Por: Claudia Dary*

El proceso electoral que debió ser una fiesta cívica se vio empañado desde un inicio cuando sectores afines al actual gobierno y al Pacto de Corruptos impidieron la inscripción de candidatos que les eran incómodos, como Thelma Cabrera, la única mujer indígena presidenciable por el Movimiento para la Liberación de los Pueblos, además de otros dos candidatos más.

Por si esto fuera poco, el ambiente electoral estuvo marcado por el fraccionamiento político. En las elecciones generales realizadas el 25 de junio participaron más de 20 binomios presidenciales. Contra todo pronóstico y, contradiciendo las encuestas, en la primera vuelta electoral Arévalo obtuvo el 11.74% de los votos emitidos, ganando el segundo lugar y Torres el primero con un 15.97%. Esto fue sorprendente porque los candidatos considerados como los punteros (partidos Vamos, Valor y Cabal) se situaron por detrás de Semilla. Armando Castillo, candidato evangélico por el partido para – cristiano Viva (Visión con Valores)[1], a quienes las encuestas situaban casi en la cola de la intención de voto, sorprendió quedando en un cuarto lugar con el 7.14% de los votos emitidos, aspecto que a mi juicio ha sido poco analizado por aquellos interesados en sostener el argumento del voto evangélico (con datos del TSE).

En Guatemala los evangélicos son un conglomerado heterogéneo. Según la Alianza Evangélica de Guatemala (AEG), fundada en 1937, en el país existen más de 25 mil congregaciones religiosas en el territorio nacional. Desde hace varios años algunas agrupaciones evangélicas, sobre todo las neo pentecostales, celebran foros con los candidatos como el llamado Yo soy Samuel y Dios escoge y tú eliges.  Asimismo, en varias iglesias -de distintas denominaciones- se ha convocado a la feligresía a dejar la indiferencia por la política, participar activamente emitiendo el sufragio y a analizar a los candidatos y sus planes de gobierno. Algunos liderazgos protestantes recuerdan que el papel de las iglesias es llamar a la concordia y a alzar una voz profética en favor de los desposeídos.

Desde hace poco más de diez años se ha incrementado el uso de frases religiosas en eventos públicos; se inauguran campañas de ayuno y oración por parte de los gobernantes y otros eventos. Varios funcionarios públicos emplean discursos religiosos en actos oficiales como una forma de legitimarse frente a la población o para moralizar el ejercicio público en momentos en que la credibilidad de los partidos políticos está por los suelos.  Una encuesta de ProDatos encargada por Prensa Libre, de abril del 2023 encontró que el nivel de confianza de los guatemaltecos en los partidos políticos era del 10%, en la Presidencia, 7%; y en los diputados (el Congreso), con apenas un 6%. En cambio, la confianza depositada en la iglesia evangélica era de un 69% y en la católica, del 66%.

El coqueteo entre el presidente Giammattei y ciertas iglesias ocurrió desde el inicio de su gestión que coincidió con la entrada de la pandemia del COVID 19, cuando varios pastores se acercaron al ejecutivo para orar por el país. Desde entonces se realizaron desayunos de oración.  Pocos meses antes de la primera vuelta electoral, líderes religiosos y algunos políticos se reunieron en un hotel de la capital para orar por los futuros gobernantes. Levántate Guate ha sido una iniciativa que, desde 2021 se concibió como un espacio de reunión de la comunidad cristiana del país. A inicio de los 2023 miembros de la Coordinadora Nacional de Confraternidades de Ministerios Evangélicos (Conacome) se organizaron para orar por los gobernadores departamentales; mientras que pastores de la iniciativa Tomando Mi Nación lo hicieron en las comisarías de la Policía Nacional Civil (PNC). [2] La iniciativa Con mis hijos no te metas también se hizo presente en estos espacios. Estos eventos persiguen cambios en el país bajo la lógica de una batalla espiritual contra el mal.

Según el Pew Research Center en su informe Religion in Latin America del 2014, un 41% de la población guatemalteca es evangélica[3], y dentro de esta, la mayor parte son pentecostales. Durante buena parte del siglo XX, los evangélicos habían estado al margen de la política a la que consideraba sucia y pecaminosa. Sin embargo, con la transición a la democracia, en 1985, poco a poco comienzan a interesarse bajo un lenguaje de derechos.

Según la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), en Guatemala no existen partidos confesionales, ni está permitido que durante las campañas electorales se utilicen slogans o frases con contenido religioso. Sin embargo, en las elecciones pasadas, algunos partidos como Viva, Valor y Victoria enarbolaron valores cristianos. Podría decirse que no había ocurrido en el país una contienda electoral tan salpicada por mensajes tendientes a provocar un pánico moral.

Se hizo evidente que, con el ánimo de congraciarse con la población evangélica del país y de ganar su voto, los dirigentes de la UNE eligieron al pastor, Romeo Guerra Lemus de la iglesia Montes de Sión para formar binomio presidencial con Sandra Torres. Esta acción pasó por alto que los protestantes no constituyen una población homogénea ni en las doctrinas que sostienen ni en sus apreciaciones sobre la calidad académica o la autoridad de sus liderazgos. Colocar al pastor Guerra como vice presidenciable claramente buscó atraer lo que se ha conocido como “voto evangélico”, categoría bastante cuestionable. A diferencia de otros ex pastores que fueron candidatos como Harold Caballeros, el señor Guerra carecía de facultades de oratoria y no aparecía frecuentemente en los mítines.  Según el periodista Ferdy Montepeque del medio Plaza Pública, se hizo evidente que la participación del pastor Guerra se decidió a la carrera y evidenció la influencia de los pastores evangélicos afines al partido UNE.

Mientras que el centro de la campaña de Arévalo fue la lucha contra la corrupción, la de Torres fue la promesa de ayudar a los pobres reactivando los programas sociales que su partido inauguró cuando su ex marido fue presidente (Álvaro Colom, 2008-2012).

En la presente contienda electoral el uso intensivo de mensajes por las redes sociales, tik tok, X (antes twitter), instagram y facebook jugó un papel importante para desprestigiar al oponente. Por estas vías se dispersaron rápidamente mensajes en contra del ahora electo presidente Arévalo.  La campaña negra se dirigió al partido Semilla del cual se dijo que era difusor del “progresismo” y el “globalismo”; que aprobaría el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo, daría preferencias a la comunidad LGTBQ, legalizaría las drogas, cerraría las iglesias, echaría a andar la Agenda 2030 de la ONU; impondría el comunismo, destruiría las familias y arrebataría las propiedades a sus dueños. El origen de esta campaña se articuló en la UNE y algunas iglesias evangélicas y grupos católicos conservadores contribuyeron bastante a difundirla. Las pancartas de la UNE durante la segunda vuelta anunciaban “No a la legalización de las drogas”, “Sí a la familia de padre y madre”; “No al aborto”; “Si es posible ayudar sin quitarle nada a nadie.” La radio evangélica Rhema Stereo, propiedad de una mega iglesia, se unió para irradiar estas ideas colocando mantas en las calles que decían “los cristianos estamos a favor de la familia como dios la creó, hombre y mujer” y “los cristianos tenemos temor de Dios, ¡No al paganismo!”. Varios pastores neo pentecostales utilizaron sus púlpitos para difundir este tipo de ideas y fueron contundentes en su apoyo explícito a la señora Torres.

Estos mensajes provocaron una reacción no solamente de los seguidores de Semilla sino de muchos ciudadanos, quienes sintiéndose ofendidos, usaron los mismos medios electrónicos para opinar e informar a la población acerca de lo que en realidad trata los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y otros aspectos. La campaña desatada por partidarios de la UNE y de sectores afines a mantener el status quo, tuvo un efecto inesperado: crear la necesidad de la ciudadanía de investigar para desmentir.  Así, se llevaron a cabo foros híbridos, por parte de organizaciones de la sociedad civil incluyendo agrupaciones católicas, de iglesias protestantes no conformes con los mensajes ni actitudes de ciertos pastores autoproclamados “apóstoles”, de quienes se dijo que no los representaban. Hubo mensajes por todas las redes sociales mencionadas en los cuales personas particulares, y pastores de ciertas iglesias lamentaron profundamente que se utilizara el nombre de Jesús y, en general, la religión, con fines políticos retorcidos.

Pese a las campañas negras el triunfo electoral fue para Semilla y esta vez las encuestas sobre la intención de voto recabadas una semana antes del 20 de agosto si acertaron con sus pronósticos. En este sentido, si la población protestante en Guatemala votara, como se ha dicho, de manera disciplinada y homogénea, quizás Sandra Torres hubiese sido la vencedora. Sin embargo, la encuesta de intención de voto arrojó que un 59.3% de los evangélicos no hizo caso a los mensajes de pánico moral y se inclinaría por Semilla, mientras que por Torres lo haría un 40.7% (Encuesta Libre, 2023). Este dato claramente contradice la encuesta del periódico cristiano La Voz que en su edición 229 afirmó que el 74% de los evangélicos votaría por la UNE.

La experiencia electoral 2023 se suma a otros eventos políticos que obligan a debatir sobre la supuesta secularización de la sociedad propuesta por la teoría de la modernización, así como acerca de la porosidad de la laicidad como un fenómeno que está ocurriendo no solo en Guatemala sino en otros países del continente.

* Área de estudios sociopolíticos y de la religión del Instituto de Estudios Interétnicos y de los Pueblos Indígenas Universidad de San Carlos de Guatemala

[1] Viva es un partido fundado en 2007 por el pastor y abogado Harold Caballeros.

[2] Ayuno y oración por Guatemala. En Prensa Libre. suplemento Vida Empresarial, 10 de enero de 2023, p. 6

[3]  Pese a tener una alta población evangélica, el Instituto nacional de Estadística (INE) no recolecta la adscripción religiosa de los guatemaltecos.

 

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