Lectura crítica de la marcha del 15 de septiembre

“Si no te interesa que hicieron con un desaparecido, no tenemos diferencias políticas, tenemos diferencias morales, éticas y humanas”, Arieta González

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

El Salvador conmemoró una fecha icónica para toda el área centroamericana, fecha en la cual los independentistas criollos, modificaron los lazos económicos  con el imperio español y como todo lo que sucedió desde la invasión europea a nuestras tierras, los nativos fuimos simples espectadores de los acontecimientos.

En la conmemoración se hizo notar, como siempre, una diferencia de percepción del patriotismo, patrioterismo, o nacionalismo chovinista de los sectores evidentemente progresistas de izquierda a otros sectores más conservadores que prefieren no confrontar con el estados de cosas y participan de forma pasiva en el festival que les ofrece el régimen en donde las banderas ondean sujetas a helicópteros, mejores y más modernos de los que dejó el reciente conflicto armado.

Eso nos hace recordar, las celebraciones que realizaba el ejército en tiempos de guerra, en el Estadio Flor Blanca, haciendo aterrizar  helicópteros en la cancha en donde los soldados combatían ferozmente los campamentos guerrilleros. Y todos en una burda pantomima decían: “el campamento guerrillero ha sido destruido por nuestras gloriosas fuerzas armadas”.

La población reunida en el estadio aplaudía y vitoreaba las destrezas de nuestros soldados. Mientras por otro lado la demás población guardaba silencio. No existía una manifestación popular que expusiera la otra cara de la moneda, la población que sufría los rigores del conflicto, las madres que en la noche recibían el cuerpo inerme de su hijo  caído en combate.

Paradójicamente cuando se conmemora la independencia patria, vemos como a los sectores democráticos y progresistas se les dificulta la movilidad, hasta tomar acciones que en buen salvadoreño se describe como: “por joder” como cerrar el lugar en donde tradicionalmente nos concentramos. A sabiendas que eso no interfería en la concentración inicial, únicamente como una muestra de prepotencia y poder.

Utilizar todo el aparato del estado para hacer propaganda política y no convertirlo en una conmemoración en donde  los salvadoreños podamos unimos en un objetivo común, no promocionar el dialogo y trabajar con objetivos conjuntos, plantea dos visiones de país con objetivos y propósitos diferentes y eso no es bueno debido a que no caminamos hacia la consolidación de un plan de nación que permita que todos pensemos en construir nuestro futuro en la tierra que nacimos y no buscar otros derroteros fuera de la patria.

Los youtuber, pagados por casa presidencial de nuestros impuestos, hablan de la marcha de las organizaciones sociales como que a estos tipos hay que meterlos presos,  se pasaron,  ofendieron al presidente. No les basta con infundir en la población el temor y el miedo, en tener todo el aparato del estado para hacer propaganda.

La imagen que necesitan gravar en la población es el maniqueísmo de buenos y malos, que los sectores democráticos y progresistas de la sociedad son los violentos y no ellos que encarcelan a miles y miles de inocentes, que ha llevado a cientos a encontrar la muerte, se chantajea y reprime a los que no repiten el discurso del gobierno ¿y eso no se llama violencia?

Debemos reconocer que hasta el momento las acciones gubernamentales han tenido un impacto positivo en la población, en la percepción de seguridad. se podría pensar en la suerte del presidente que logró transformar un fracaso en su proyecto emblemático en un triunfo ante la población. Claro logrado a través de un gran montaje mediático y oscuras negociaciones. Pero no podemos obviar que la seguridad es una percepción y en eso se ha trabajado, aunque un buen porcentaje de la población aplauda el estado “de seguridad” no renuncia a la vigilancia y portones en sus colonias, fiel reflejo que no se encuentran del todo seguros que la percepción sea del todo cierta.

En la película Matrix se le ofrece a Neo dos capsulas blandas, una verde para no salirse de la Matrix, que le envuelve en la burbuja de un mundo construido e irreal y la roja  la verdad. Llega el momento para Neo en el cual tiene que decidirse o seguir “dándose paja” o despertar a la verdad. Lo mismo nos sucederá a nosotros, mas temprano que tarde deberemos despertar a la realidad.

Que recuerden los que ahora reprimen, de un evento en un programa de televisión, Sábado Gigante, Don Francisco preguntaba a una señora: ¿de dónde viene? La señora con toda emoción responde: vengo de El Salvador, de Santa Ana, La ciudad heroica. Don Francisco, sin proponérselo, desnuda una realidad latente en la mente de muchos de los que al rededor del mundo observaban la guerra en nuestro país.

Reaccionando a la respuesta de la señora, y que allí viven los guerrilleros. Este episodio fortuito nos dice que no existe redención para el tirano, el pedestal está reservado para los que luchan por la vida, la libertad y por sus semejantes.

Este 16 de septiembre se cumplen cincuenta años del brutal asesinato de Victo Jara y cualquiera podría preguntarse: “¿Por qué esa saña con un músico? Freddy Stock lo tiene claro: Víctor Jara se había convertido en alguien peligroso para la dictadura. “Para la barbarie, la belleza es peligrosa. Para la barbarie el pensamiento es peligroso, y para la barbarie, el amor es peligroso y todo eso lo encarnaba de muchas maneras Víctor Jara”**

*Biólogo investigador

**BBC MUNDO

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