Vitaminas contra el cansancio: ¿cómo vencer el agotamiento mental y físico?

Conoce el mejor complejo natural de pastillas y aditivos vitamínicos contra la fatiga mental y física para mujeres y hombres, para el ánimo y la energía.

Posibles causas de la fatiga

Todo el mundo conoce la sensación de fatiga y falta de energía, especialmente durante los períodos de cambios climáticos o brotes de infecciones víricas. Normalmente, este problema se resuelve con un descanso y sueño suficientes. Sin embargo, cuando esta condición se prolonga y reduce así significativamente la calidad de vida, esto es una señal de que es hora de pensar en la salud del sistema nervioso.
La fatiga es un estado funcional del organismo con una disminución significativa de la energía, la eficacia y la motivación, que afecta tanto al bienestar físico como mental de una persona. No obstante, el agotamiento persistente, más que una afección independiente es un síntoma y está causado por una combinación de problemas de estilo de vida, estado de salud y factores sociales.
Por lo tanto, la fatiga puede dividirse en fisiológica y en patológica.
En el caso de cansancio fisiológico del organismo, entre las causas se mencionan descanso activo, estallido emocional, sobreexcitación, entrenamiento deportivo, trabajo intenso, cambio de biorritmos debido a viajes o vuelos.
Mientras tanto, las razones de la fatiga patológica son las siguientes:
  • Problemas mentales y psicológicos: estrés mental excesivo, estrés crónico, trastorno de ansiedad, depresión, abuso de alcohol o drogas;
  • Medicamentos: la dosificación incorrecta, la retirada repentina y el uso inadecuado de algunas medicinas;
  • Insomnio: si una persona no duerme lo suficiente, el cuerpo se agota y aparece la fatiga crónica;
  • Avitaminosis: las vitaminas y los minerales intervienen en el sistema nervioso y son responsables del trabajo mental;
  • Enfermedades crónicas: la presencia de insuficiencia cardíaca, arritmia, hepatitis, artritis reumatoide, desequilibrio hormonal, cáncer, enfermedades infecciosas, etc;
  • Sobrepeso y trastornos alimentarios: el organismo sufre un mayor estrés en el sistema cardiovascular, es propenso a padecer dolores músculo-articulares y al desarrollo de afecciones como la diabetes;
  • Infecciones víricas y el período de rehabilitación posterior a ellas;
  • Falta de actividad física.

El síndrome de fatiga crónica también está reconocido como una enfermedad autónoma. En tal situación el estado de malestar suele ser permanente y durar seis meses o más. Puede ir acompañado de los siguientes síntomas: dolor en las articulaciones y los músculos, dolores de cabeza; deterioro de la memoria, problemas de concentración; escalofríos, aumento de la sudoración; trastornos digestivos y psicológicos, insomnio.

La enfermedad también es peligrosa porque provoca una disminución de la inmunidad. Como consecuencia, aumenta la vulnerabilidad del organismo a diversos virus y bacterias.

Cómo las vitaminas ayudan a aliviar el cansancio

Es posible prevenir la fatiga si se garantiza una ingesta adecuada de nutrientes en el organismo. Los micronutrientes en el cuerpo humano actúan como el «combustible» necesario para mantener la integridad bioquímica y estructural, la actividad física y la formación de nuevos tejidos. Los alimentos ingeridos son digeridos por enzimas que descomponen los hidratos de carbono en azúcares monoméricos, los lípidos en ácidos grasos y las proteínas en aminoácidos.

En consecuencia, la vitamina C y el hierro contribuirán a normalizar el riego sanguíneo de los tejidos, reducir el riesgo de falta de oxígeno y aumentar la resistencia del organismo a los efectos negativos de los radicales libres. Se recomienda tomarlos juntos con objeto de que el hierro se absorba mejor.

Para elevar la resistencia al estrés, fortalecer el sistema nervioso, normalizar el sueño contribuirán vitaminas B y magnesio. Son útiles tomarlos en caso de disminución del rendimiento, problemas de concentración y memoria. Además, normalizan los procesos metabólicos, ayudan al cuerpo a convertir los alimentos en la energía necesaria.

Vitaminas contra la fatiga

Antes de decidir qué tomar para combatir la fatiga, hay que recordar que no todos los complejos de vitaminas pueden realmente ayudar. De todos modos, el principal aliado en la lucha contra este desagradable síntoma es el grupo de vitaminas hidrosolubles B. Se encuentran en casi todos los alimentos, pero debido a sus propiedades, no son capaces de acumularse en el cuerpo, y por lo tanto sus reservas deben reponerse Antes de decidir qué tomar para combatir la fatiga, hay que recordar que no todos los complejos de vitaminas pueden realmente ayudar. De todos modos, el principal aliado en la lucha contra este desagradable síntoma es el grupo de vitaminas hidrosolubles B. Se encuentran en casi todos los alimentos, pero debido a sus propiedades, no son capaces de acumularse en el cuerpo, y por lo tanto sus reservas deben reponerse constantemente.

Vitamina B1

B1 (tiamina) desempeña un papel clave en la función cerebral, en particular, mejora la memoria, ralentiza el proceso de envejecimiento de las células, favorece la circulación sanguínea, aporta oxígeno y nutrientes.
La tiamina tiene un efecto beneficioso sobre el sistema nervioso central, mejora los procesos metabólicos de todo el organismo a nivel celular.

Vitamina B2

Participa en la formación de la sangre y las hormonas. Fortalece el sistema nervioso, refuerza el sistema inmunitario, aumenta la agudeza visual. Mejora los procesos digestivos, normaliza los procesos metabólicos. Neutraliza los efectos de las toxinas en el organismo.

Vitamina B3

Favorece la descomposición de proteínas, grasas e hidratos de carbono, liberando energía de los alimentos. Satura las células de oxígeno, posee de un efecto vasodilatador, beneficioso para la actividad cerebral. Produce un efecto sedante, aumenta la concentración.

Vitamina B5

Conocido también como ácido pantoténico. Su carencia es mucho menos frecuente debido al alto contenido de esta vitamina en los alimentos. Sin embargo, no hay que subestimar la importancia de este ácido. Gracias a él se produce la descomposición de grasas e hidratos de carbono y, como consecuencia, la producción de energía, la síntesis de glóbulos rojos y las hormonas sexuales y del estrés.

Vitamina B6

Esta vitamina estimula el metabolismo, participa en las reacciones enzimáticas del organismo, la producción de hemoglobina y mantiene sano el sistema nervioso.

Vitamina B9

Previene la formación de placas ateroscleróticas, normaliza la función del hígado, elimina toxinas, regula el nivel de norepinefrina y serotonina. Participa en la formación de hematopoyesis y en la división celular. Favorece el funcionamiento del sistema nervioso central y evita la anemia.

Vitamina B12

Esta vitamina es responsable de la formación de glóbulos rojos, que transportan el oxígeno de la sangre a todo el organismo. Una vez en las células, se utiliza para producir energía. Si no se consume suficiente cantidad de esta vitamina en la dieta, aumenta el riesgo de fatiga, debilidad o pérdida de peso. La B12 y otras vitaminas del grupo B se encuentran con mayor frecuencia en el pescado, la carne, los huevos y los productos lácteos.

Vitamina D

Ayuda a regenerar el sistema nervioso, lo que afecta al estado emocional. Participa en el ciclo de Kreps. El ciclo de Krebs o ciclo del ácido cítrico representa una cadena de reacciones bioquímicas que se producen en todas las células vivas.

Vitamina C

Este antioxidante contribuye al refuerzo del sistema inmunitario y a aumentar la resistencia del organismo. Estimula la producción de serotonina, que regula el estado de ánimo, los ciclos del sueño, combate la depresión y la fatiga crónica. Grandes cantidades de vitamina C se encuentran en los escaramujos, los pimientos dulces, el kiwi y las coles de Bruselas.

Hierro

Este mineral esencial ayuda a que el oxígeno circule por todo el cuerpo. La carencia de hierro es una de las principales causas de anemia, que puede mermar la capacidad cognitiva, disminuir la inmunidad y afectar negativamente al rendimiento laboral. La carne y el marisco son excelentes fuentes de hierro en la dieta. Los vegetarianos, por su parte, deben abastecerse de frutos secos, frijoles, lentejas y espinacas para aumentar sus niveles de hierro en sangre.

Alimentos llenos de vitaminas para combatir el cansancio

El menú contra el cansancio podría complementarse con los siguientes productos, que son alimentos ideales para levantar el ánimo, mantener el cuerpo y la mente alerta.
  • Copos de avena con frutos secos, semillas: fuente de proteínas, magnesio, tiamina, fósforo.
  • Yogur descremado sin aditivos: contiene bacterias útiles para el estómago, los intestinos y aminoácidos que producen serotonina (la hormona de la felicidad).
  • Espinacas: un alimento antifatiga que contiene hierro, potasio, magnesio.
  • Frijoles: fuente de cobre, manganeso, hierro, tiamina y fibra.
  • Caballa fresca: contiene vitamina B12 en grandes cantidades.

Granada: cobalto, vitaminas A, B, C, P, E, calcio, potasio, magnesio, manganeso.

Excelentes platos para la fatiga son la pechuga de pollo, rica en hierro, y los granos de trigo germinados, que pueden añadirse a cualquier ensalada. Contienen vitaminas del grupo B, fósforo, calcio, hierro y lecitina, que nutre el sistema nervioso. Por eso, 100 g al día serán suficientes. Y para mejorar la circulación sanguínea del cerebro se aconsejan los arándanos frescos.
Ten cuidado con los alimentos que te hagan sentir cansado: café, barritas energéticas, refrescos azucarados, comida rápida, dulces, comida frita, carne de pavo.

Efectos adversos

Hace falta tener cuidado con los medicamentos, incluidas las vitaminas, aunque parezcan inofensivas. De ahí que sea mejor consultarlo siempre a un médico para que te los recete. Así, la hipervitaminosis es un conjunto de síntomas provocados por un exceso de vitaminas en el organismo, la mayoría de las veces como consecuencia de una sobredosis vitamínica, sobre todo, se trata de las vitaminas liposolubles: A, D, E y K. Con un consumo excesivo de vitaminas solubles en agua, el organismo puede hacerles frente excretándolas por medio de la orina. Otra situación se produce con un exceso de vitaminas liposolubles, provocan hipervitaminosis.
Para ilustrar, el exceso de vitamina D provoca consecuencias muy peligrosas. En los adultos se manifiesta por náuseas, vómitos, picor en la piel, dolor de cabeza y ojos, diarrea, aumento de la micción, y la acumulación de exceso de calcio en los tejidos blandos, el hígado, los riñones, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.
Si se consumen dosis excesivas (tres o más veces la ingesta diaria recomendada) de vitaminas del grupo B, se produce una intoxicación y reacciones alérgicas. Entre los elementos del grupo B, los más tóxicos son la B6 y la B12. Además, la hipervitaminosis de vitaminas B1, B2 y B6 puede provocar distrofia del hígado graso.
Asimismo, una sobreabundancia de vitamina B1 provoca síntomas en forma de reacciones alérgicas y dolores de cabeza de carácter espasmódico así como la baja de la presión arterial, fiebre, debilidad, náuseas, pueden producirse vómitos, escalofríos, sudoración abundante y mareos.
Respecto al exceso de vitamina B12, es posible la aparición de insuficiencia cardíaca, edema pulmonar, trombosis vascular por aumento de la coagulación de la sangre y shock anafiláctico. Aumento del ritmo cardíaco, dolores en la zona del corazón, trastornos nerviosos, aparecen erupciones alérgicas en la piel en forma de urticaria.
Fuente: Sputnik

 

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