A pocos meses de los comicios presidenciales, El Salvador enfrenta complejos problemas que hoy son retos para el gobierno del mandatario Nayib Bukele y sus aspiraciones de reelegirse en febrero de 2024.
Un reciente estudio de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) señaló que el llamado Pulgarcito de las Américas necesita invertir el 5.3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) cada año para solventar las pérdidas causadas por el cambio climático, lo cual equivale a mil 600 millones de dólares.
El estimado precisó que junto a Barbados, Guatemala, Honduras, República Dominicana y Santa Lucía, el país en 2050 podría ver disminuido el PIB entre un nueve y un 12 por ciento si no hay una respuesta en inversiones a los actuales retos.
Las mayores afectaciones por el clima dañarán a la agricultura y de continuar el impacto de fenómenos climáticos como El Niño, sin una respuesta adecuada, hacia 2050 caerá el rendimiento agrícola de los frijoles (19 ciento), el maíz (entre el cuatro y el 21) y el arroz (23 por ciento).
Los ejemplos están a la vista, pues un reciente informe de la Cámara Salvadoreña de Medianos y Pequeños Productores Agropecuarios (Campo), mostró la crisis actual con la pérdida de 110 mil toneladas de maíz y tres mil 822 de frijol, apenas una ínfima parte del daño que puede enfrentar el país en los próximos años.
A esos problemas en un renglón tan esencial como la alimentación se suma mantener los niveles de seguridad para que avancen sin afectaciones sectores como el agrícola, turístico y ganadero, que son los que más en peligro estarían si se disparan nuevamente los índices de criminalidad.
Desde la puesta en marcha del Plan Control Territorial y el régimen de excepción, la Policía Nacional Civil mantiene bajo control los índices de homicidios, la extorsión y otras situaciones que dañaron a los salvadoreños durante años, aunque son frecuentes acusaciones sobre presuntas violaciones de derechos humanos.
En este aspecto de seguridad, el gobierno enfrenta otro reto, como solucionar el enjuiciamiento de más de 72 mil 500 mareros detenidos bajo el régimen de excepción.
También el desempleo afecta a la población salvadoreña pese a los intentos de incorporar a sectores desocupados a proyectos que se ejecutan a escala nacional pero que son de poco tiempo, en especial vinculados a la construcción,
En ese sentido, Celina Serrano, gerente de Recursos Humanos de la Dirección de Obras Municipales, dijo que retoman en todo el país las ferias de empleo para las diferentes obras que se están ejecutando a escala nacional pero las cifras de puestos no resuelven el problema de unas 150 mil personas paradas. (PL)
