Un estado de silencio envuelve la inscripción de las candidaturas presidenciales ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en El Salvador luego que el Frente Farabundo Martí registrara la dupla que los representará en las elecciones de febrero de 2024.
A pocos menos de un mes del 26 de octubre, fecha límite para apuntarse ante el ente rector de los comicios, ninguna otra agrupación presentó públicamente a sus candidatos a la presidencia y la vicepresidencia.
Algunas miradas se centran en el partido Nuevas Ideas, cuyo candidato, Nayib Bukele, es criticado por presuntamente violar la Constitución al aspirar a la reelección y por no aclarar cómo procederá en ese empeño.
Está establecido que debe renunciar a su cargo a finales de este año y seleccionar designados presidenciales que se encarguen del Gobierno hasta asumir un nuevo gobernante o el mismo Bukele, si gana los próximos comicios.
Es comidilla en algunos círculos si se producirá la renuncia, si se alejará nominalmente del Ejecutivo o si desafiará lo dispuesto en la última interpretación de la Constitución sobre el tema.
En el momento de la presentación de la fórmula Bukele (presidente) y Félix Ulloa (vicepresidente), el TSE deberá pronunciarse y decidir si es legal conforme a la ley, algo que cuestionan opositores políticos, incluso algunos con llamados a la rebelión, asunto contemplado en la propia carta magna.
El mandatario debe pedir una licencia de seis meses antes del nuevo período presidencial para poder participar, según la resolución de la Sala de lo Constitucional.
Sobre este proceso, que despertó críticas e interpretaciones sobre su legalidad, el candidato de Nuestro Tiempo, el exmilitar y abogado Luis Parada, señaló que no se conoce si Bukele ya presentó su solicitud al TSE. “Yo creo que, si lo va a hacer, lo va a hacer callado, porque sabe que va a iniciar protestas”, estimó.
Es llamativo que la Sala de lo Constitucional estableció que sería “ilegítimo” promover la reelección por más de 10 años, lo que corta cualquier afán de alguna figura política de perpetuarse en el poder, a no ser que se produzca “otra interpretación” de la carta magna como la de ahora.
La mayoría de los salvadoreños, según encuestas, apoyan la reelección dado los éxitos en el tema de seguridad de Bukele y, pese a que los comicios transcurrirán bajo el régimen de excepción, harán historia, aseguran observadores sobre el terreno. (PL)