La aceleración de las tecnologías en la salud en el mundo, fue el punto fuerte que dejó la pandemia
A cuatro años de aquel recordado y atípico marzo de 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la Pandemia por Covid-19, una enfermedad que nos afectará a todos de manera directa o indirectamente y que llegó para cambiar el mundo para bien o para mal.
En ese momento se llegó a contabilizar en el mundo que el Covid-19 alcanzó a más de 695 millones de personas, de las cuales casi 7 millones murieron a manos de esta epidemia que rápidamente pasó a ser la más mortal en la historia de la humanidad.
En la actualidad nos acostumbramos a vivir en la “nueva normalidad” todavía con algunos “traumas” y recuerdos de aquella época, donde la mayoría de las personas se las tuvo que ingeniar para sobrevivir dentro de sus casas.
Un punto fuerte que dejó fue que las nuevas tecnologías se aceleraron y descubrimos nuevas formas de comunicarnos, entretenernos, así como nuevas maneras de educarnos y mirar el mundo. Una de esas áreas que cambió para siempre fue la salud y la medicina.
Por ejemplo, se puede notar que en la actualidad las personas valoran más la salud y cuidado personal, la conciencia cambio en las personas, ahora es importante acudir con los profesionales de la salud para obtener diagnósticos y tratamientos efectivos ante cualquier enfermedad; comenzar a tener una alimentación balanceada acompañada de actividad física diaria; estar en orden con las vacunas necesarias.
La medicina adoptó el uso de tecnologías como vías de comunicación, la más palpable es la telemedicina, una herramienta que se comenzó a usar en la pandemia por Covid-19 (al menos en Latinoamérica) y que ahora es un servicio confiable, en muchos casos gratuito. Se ha llegado a conocer noticias en la que gracias a esta modalidad se han realizado operaciones a distancia con éxito.
Además, las instituciones públicas de salud y canales oficiales de salud continúan manteniendo el ritmo de información acerca de las enfermedades de la zona, para que la población se mantenga preparada y prevenir infecciones.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomendó a los países a aumentar el gasto en la salud, para afrontar la necesidad acumulada de atención, restablecer servicios y mejorar el control y respuesta a pandemias.
Un trabajo reciente encargado por el BID estima que, en tiempos normales, el gasto en salud per cápita habría crecido entre 2 y 3 por ciento anual hasta 2050.
Un punto fundamental fue que la pandemia dejó al descubierto las debilidades o fortalezas del sistema de salud de cada país, por las que las instituciones privadas, públicas o Ministerios (en muchos casos) se han enfocado en una inversión mayor en estas áreas, para reforzar desde la capacitación del personal de asistencia médica hasta las infraestructuras hospitalarias.
El mismo informe destaca que la pandemia tuvo un impacto devastador con consecuencias de largo plazo que, por un lado, se deben a los problemas y vulnerabilidades preexistentes de los sistemas de salud y, por el otro, contribuyen a agravarlos. También exacerbó la desigualdad y originó nuevos desafíos.
Los puntos anteriores, reflejan la elección de una nueva forma de vida que, para muchos, significa un cambio en la rutina a comparación de la vida antes de la aparición del COVID-19, por lo que las personas han tenido que organizar su vida de manera distinta con el objetivo de permanecer estables y continuar a pesar de las adversidades sociales.
