Los arreglos bajo la mesa del régimen

Durante la emergencia pasada provocada por el COVID, fuimos como sociedad sorprendidos por algunas medidas adelantadas desde el GOES, que en un primer momento parecieron acertadas, pero que luego se evidencio eran claramente parte de un juego peligroso e indeseable para todos.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*

Los víveres que se repartieron por ejemplo, que no fueron comprados a nuestros productores, que así hubieran sido incentivados a producir más y con mejor calidad, y que muchos celebraron por la misma emergencia, se correspondieron con arreglos entre el régimen y las mafias judío mejicanas del golfo de Méjico, donde estas han literalmente corrido a los dueños legítimos de esas tierras, para apropiárselas y expoliarlas a placer.

Aquellos alimentos, que no se corresponden con nuestra cultura y dieta, fueron en buena medida, despreciados por un buen porcentaje de la población.

Ahora el régimen hace público que el CENTA como tal podría desaparecer, como otras entidades estatales responsables del desarrollo tecnológico y cultural ya lo hicieran bajo el mismo – como fuera el caso del Zoológico y las Casas de la Cultura por ejemplo – haciendo público además que esto se corresponde con los arreglos adelantados con ciertas entidades del sur de Méjico, supuestamente dedicadas al desarrollo de tecnologías agrícolas, las cuales empero carecen de referentes fiables, y que por lo mismo podrían corresponderse con precisamente las mafias a las que antes hicimos referencia.

Y es que la apuesta de los regímenes de corte libertarios para responder a las problemáticas derivadas de la carencia de soberanía alimentaria, no se diferencian de las adelantadas por los neoliberales en los 90´s, que fracasaron intencionalmente, y que para el caso particular de nuestro país supuso no sólo un aumento exorbitante del coste de la canasta básica, que la hizo virtualmente inasequible para la mayoría de la población, derivando en altos niveles de desintegración familiar, pudiendo responder a este desafío solo al sumarse estas a la migración ilegal, para alcanzar 3os países y poder así suplir la mesa de los que se quedaron.

El problema es que lo que movió a aquellos gobiernos fue la desmedida corrupción que practicaron, enriqueciéndose gratuitamente en el proceso, acabando con las finanzas públicas y con la cultura que en torno a la producción agrícola siempre practicó un alto porcentaje de la población salvadoreña.

A esos turbios motivos, ahora debemos sumar los turbios arreglos que claramente el régimen adelanta con el hampa del sur mejicano, que no solo acabará con lo que resta de esa valiosa cultura para nuestro pueblo, pero además procurará en el proceso finiquitar a los pequeños tenedores de tierras para restablecer la hacienda.

En los decenios de los 70’s y 80’s del siglo 19 aquello supuso un crimen aún impune deleznable y sanguinario, que no supuso ningún beneficio al país y sí sólo para un porcentaje infeliz de traficantes del poder (0,00002% de la población de entonces BCIE/BID), lo que claramente procuran reeditar.

Pero la historia suele responder guiñándole el ojo a quienes la olvidan, mientras se cobra en sangre.

*Educador salvadoreño

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