Es falso decir que las remesas familiares pagaban renta

Al menos tres legisladores del oficialismo aseguraron que la exención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) a las remesas era un aspecto importante de la reforma a esa normativa, aprobada el 12 de marzo con el fin de atraer inversión extranjera. Economistas corrigen a diputados y dejan en evidencia que es falso que “ahora” las remesas familiares estarán excluidas de ese tributo. Lo cierto es que nunca lo pagaron.

Por: Gabriela Castellón Fajardo

La Asamblea Legislativa aprobó el 12 de marzo una reforma a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) con el objetivo de eliminar el pago de este tributo a todo movimiento de capital proveniente del extranjero, tal como dinero y bienes para repatriación. En ese contexto, la bancada de Nuevas Ideas hizo énfasis en la eliminación del cobro de la renta a las remesas familiares.

“El objetivo es bastante claro: vamos a declarar el capital proveniente de remesas familiares o de inversión extranjera, que inyecte dinero a empresas locales, como rentas excluidas. Es decir, estamos solicitando que las remesas familiares sean excluidas del Impuesto Sobre la Renta”, dijo el diputado William Soriano.

Suecy Callejas secundó a su colega: “Se sacarán de la imposición del pago de la renta las remesas familiares, van a ser consideradas rentas excluidas”. Un día antes de la aprobación, el jefe de fracción, Christian Guevara, escribió en su cuenta de X: “Las remesas ya no pagarán ningún tipo de renta. Ninguna!!!”.

Pese al discurso del oficialismo, las remesas nunca han pagado impuesto sobre la renta. Luego de conversar con economistas y revisar la ley vigente, se concluye que lo planteado por los diputados de la bancada cian es información falsa.

Remesas sin impuestos
El artículo 3 de la Ley del ISR establece, en el numeral 3 (el cual no fue modificado en la reforma), que no constituye renta “el valor de los bienes que por concepto de donaciones reciba el contribuyente; toda vez que la transferencia en cuestión se realice entre ascendientes y descendientes, y dentro del segundo grado de consanguinidad y cónyuges”.

Para el economista José Luis Magaña, este marco legal ya deja claro que las trasferencias corrientes como las remesas familiares no son tomadas como rentas, pues no se perciben como parte de una actividad económica generada en el país, como la renta de trabajo o un pago por un servicio prestado al extranjero; así como las rentas de capital, que son las obtenidas a partir de la repatriación de utilidades.

En ese sentido, puntualizó que, con la reforma y lo planteado por los legisladores, “no es que se excluye a las remesas. Es que las remesas no se consideran rentas y, por lo tanto, no son sujetas de esa ley”.

Rafael Lemus, también economista, asegura que “el uso de remesas para inversión o consumo son actos de consumo, de gasto. Entonces, ahí lo que le aplica es IVA, impuesto a la importación, impuesto al consumo, etcétera; pero no se aplica Impuesto Sobre la Renta”, y agregó que “desde antes de los 80, el país recibe remesas y nunca han sido objeto de impuestos”.

La economista Tatiana Marroquín explicó que la naturaleza de las remesas familiares es de ayuda o donación por parte de las familias migrantes a parientes de El Salvador. Además, apuntó que “el 95% o más de las remesas se ocupa para comprar bienes y servicios; no son para ganancia, ni siquiera para ahorro o invertir”.

“La población sabe que nunca ha pagado impuestos por las remesas. También es necesario que sepa que si la Asamblea quisiera quitarle la carga de impuestos a las familias salvadoreñas, lo que hiciera fuera revisar impuestos como el IVA o al consumo”, explicó la economista.

Las dudas de la reforma
Marroquín considera que, más allá de lo falso sobre decir que con la reforma no se gravará con el ISR a las remesas, la modificación en la ley es confusa y tiene preguntas que no fueron resueltas ni en la discusión de la comisión de Hacienda, que emitió el dictamen, ni por los legisladores durante la plenaria en la que se aprobó.

Una de ellas es que los diputados hacen referencia a “transferencias” y “rentas” como parte de un mismo grupo. De hecho, el mismo presidente de la República, Nayib Bukele, lo mencionó en su cuenta de X, cuando aplaudió la aprobación: “La Asamblea ha reformado la ley del impuesto sobre la renta para inversiones internacionales y transferencias de dinero, bajando la tasa del 30% al 0%”.

“Hay una gran confusión por parte de los legisladores en la diferencia entre transferencia y renta. En ese sentido, que a través de la Ley de ISR le quieran quitar el impuesto a las transferencias del exterior no tiene sentido, porque la Ley de ISR no tasaba las transferencias, sino la renta, beneficios de capital y salario, etcétera”, aclaró Marroquín.

Otras preguntas sin respuesta son el hecho de que no se incluyó el monto que el Estado dejará de percibir con la medida. Tampoco se hizo referencia sobre cuánto beneficio, en ingresos de capital, tendrá el país con esta reforma.

“Cuando el Ministerio de Hacienda llegaba (a la Asamblea Legislativa) con una exención de impuestos, tenía que llegar con la medición de cuánto era lo que se iba a perder en ingresos y no sabemos eso”, dijo.

Lemus, en su análisis sobre esta reforma, apuntó que “el Gobierno tiene interés en que venga capital y, sobre todo, interés en colocar los bonos, que ese pudiera ser el tema sobre la tasa a 0%”. Sobre la medida, añadió que “se trata más de una estrategia de comunicación que de un efecto real de beneficio fiscal”.

Para Marroquín, la inversión extranjera no se atrae con la exención de impuestos. “Arena lo intentó, el FMLN lo intentó, la región lo ha intentado, Latinoamérica también y hay una gran cantidad de investigaciones que dicen, con contundencia, que no son los impuestos los que obstaculizan que venga inversión extranjera”.

“La evidencia muestra que el tipo de inversiones que se atraen son generalmente extractivas, que no desarrollan las fuerzas productivas locales y solo usan al país para sacar sus ganancias”, apuntó Magaña.

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