En nuestro país el sector educativo se ha encontrado en permanente reforma desde la gestión Flores.
Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*
Hay que acotar que decir “reforma permanente” es una mera cortesía pues en realidad a nadie desde la política le interesa que la educación progrese y de hecho se hace lo posible para que el proceso regresivo se consolide y naturalice.
Y es que aquella edad de oro que nuestros padres refieren cuando recuerdan cómo fueron sus tiempos en la escuela, simplemente se fueron, y no volverán.
Por otro lado, al ser clientes fijos del patrono del norte la posibilidad real por impulsar una reforma arrecha es un mero sueño, una quimera, pues los intereses de aquel son los de las élites locales, y ni a aquel ni a estos les interesa la emancipación de los de a pie.
Y es que, saberes y educación son un camino que permite soñar con un día en el que todos tengamos un espacio en este terruño, y no solo los que nacieron en su propia cuna.
El desafío es entonces el modelo económico, el de siempre, que aguzó sus maneras de expolio al ciudadano, desnaturalizando su humanidad, pervirtiendo para lograrlo el sistema educativo, que no le apuesta a la solidaridad, al trabajo en equipo, al esfuerzo colectivo, sino al individualismo, aplastando la singularidad, la particularidad, la imaginación, la creatividad, reduciendo al educando a un mero número cuyo aporte sea repetir de memoria la lección sin comprenderla, sin asimilar nada, sin apenas entender.
No es casual así que nuestros países vecinos no acepten nuestros títulos universitarios, mientras nosotros sí lo hacemos sin mayor trámite, lo que no es malo, al contrario, pero hace patente que algo anda muy mal con nuestro sistema educativo.
Ahora la propuesta que adelanta el régimen que nos mal gobierna, de corte libertario y retrógrada, no se distancia en nada en lo que antes hicieran sus pares, sin realmente realizar ningún aporte, sino procurando desembarazarse del aparato educativo, entregándolo, como fiel acólito de las propuestas neoliberales, a privados, concretamente al grupo Kriete, cuyas fundaciones se harán con la gestión, entiéndase el negocio, de la educación en el país.
A pesar de que hay una reducción sostenida de estudiantes en el país, en este momento el MINED reconoce formalmente en básica a 1,5 millones de estudiantes, con alrededor de 57,000 docentes atendiéndolos, a los que debemos sumar los estudiantes de media y universitarios, y que el estado les destina 5,1% del PIB, lo que es un gran negocio para los privados.
Ya en la administración Flores, se intentó privatizar el sistema educativo y de salud, y fue un completo fracaso; ahora empero pretenden hacerlo desde un enfoque libertario, lo que supone la supresión total de la intervención estatal, dejando al arbitrio del mercado el devenir de la educación en el país.
Y si el mercado se regula bajo la lógica de la oferta y demanda, implica que solo el que tenga podrá estudiar. ¿Qué te parece?
*Educador salvadoreño