NACEN JUNTAS, MUEREN JUNTAS
Por: MIGUEL BLANDINO
En 1841 el congreso constituyente salvadoreño promulgó la que vendría a ser la segunda constitución del estado nacional independiente.
La de 1824, la primera constitución era la que declaraba el nacimiento del estado federal compuesto por las cinco provincias que formaron la antigua Capitanía General de Guatemala que se independizó de la corona de España en 1821.
Los terratenientes que firmaron el acta de independencia el 15 de septiembre de 1821 habían confesado sus negras intenciones cuando en el texto dijeron “proclamamos la independencia para evitar las terribles consecuencias que ocurrirían si el pueblo lo hiciera por su cuenta” (estoy citando de memoria, o sea que no es textual mi versión)
No pasó mucho tiempo antes que su voracidad los condujera a las guerras intestinas entre terratenientes de cada una de las cinco provincias y entre provincias. La federación se deshizo.
La última provincia en perder la esperanza de continuar en unidad fue la de San Salvador. Y las guerras continuaron a lo largo del siglo.
En febrero de 1841, cuando aquella provincia era presidida por el diputado Juan José Cañas, uno de los primeros decretos fue el de creación de la Universidad Nacional. Dos días después se emitió el decreto de creación de la República de El Salvador como estado independiente de la Federación de Provincias de America Central, de la que fue su última integrante.
Nacieron juntas. Dos hermanas orgullosas una de la otra. Sirviendo una a la otra para su grandeza mutua.
El decreto de creación de la Universidad Naconal contiene solamente un Considerando y en él se refiere a la educación como base indispensable de la libertad (también estoy citando de memoria)
El lema de la Universidad de El Salvador lo reafirma: “Hacia la libertad por la cultura”.
Hoy, cuando bukele ya ha consumado el asesinato de la República como estado libre, soberano e independiente, para entregarlo a la voluntad del crimen organizado internacional, va a consumar el asesinato de la Universidad de El Salvador.
La ley de educación superior será la última palada de tierra sobre su ataúd.
Nacieron juntas, mueren juntas.
NACEN JUNTAS, MUEREN JUNTAS (LA CONSTITUCIÓN Y LA UES)
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