La extrema derecha francesa ha conseguido una histórica victoria en la primera vuelta de las elecciones legislativas y se jugaría el control de la Asamblea Nacional con la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular el próximo domingo, 7 de julio.
C on más del 60% escrutado, se confirma el triunfo de Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen, con el 34% de los votos, seguido de la coalición progresista Nuevo Frente Popular, que obtendría el 28%, lo que relegaría a la tercera posición a Ensemble, la candidatura que lidera el partido del presidente Emmanuel Macron, que se hundiría a un resultado que se movería entre el 20% y el 22%.
«La democracia ha hablado», afirmó Marine Le Pen, nada más conocerse los resultados en su bastión de Henin Beaumont, Pas-de-Calais. Si el escrutinio confirma estos resultados, la ultraderecha y las izquierdas serían las dos fuerzas que se disputarían la mayoría de los 577 escaños de la Asamblea Nacional en la segunda vuelta, en la que el partido que gana en cada circunscripción se lleva el diputado. No obstante, la coalición macronista podría aspirar a hacerse con bastantes asientos porque superaría el 12,5% de los votos necesario para pasar el corte en cada circunscripción.
La mayoría absoluta está fijada en los 289 diputados y, aunque dos de las tres proyecciones le aleja de la mayoría absoluta, la tercera apunta a que la ultraderecha podría conseguir entre 255 y 295 escaños. Aun así, el escenario más factible es el de que Reagrupamiento Nacional, cuyo candidato a primer ministro es Jordan Bardella y presenta un programa que busca limitar la inmigración, imponer la «autoridad» en la escuela y reducir la factura eléctrica de los hogares, estaría obligado a una compleja búsqueda de acuerdos para sacar adelante la legislatura.
Para inclinar la balanza definitiva, el próximo domingo, serán determinantes las estrategias que siga cada partido de cara a la segunda vuelta. Nada más conocerse las encuestas, Macron ha hecho un llamamiento a una «amplia unión claramente democrática y republicana» contra el partido de Le Pen. Y los integrantes de la coalición de izquierdas ya han anticipado que pedirán el voto para el candidato que tenga más posibilidades de impedir la elección de los candidatos de Le Pen o sus aliados.
En esta primera parte de los comicios legislativos salen elegidos aquellos candidatos que consiguen más del 50% de los votos en su circunscripción, siempre que eso represente al menos el 25% de los inscritos en el censo. Si nadie obtiene la elección en la primera vuelta, pasan a la segunda los dos primeros y eventualmente el tercer o el cuarto candidatos, a condición de que éstos reciban un número de sufragios equivalente a como mínimo el 12,5% de los electores.
Primeros pasos tras los resultados
Tras los primeros datos de la primera vuelta de estas legislativas adelantadas, ya han surgido las primeras reacciones. Emmanuel Macron pide a una “gran unión, claramente democrática y republicana” para la segunda vuelta. Mientras que, Marine Tondelier, secretaria de los Ecologistas, pide la “construcción de un nuevo frente republicano” en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, desafiando directamente al bando de Emmanuel Macron. “Sería incomprensible que algunos sigan sin diferenciar entre izquierda y extrema derecha”, declaró, llamando a los “líderes políticos centristas” a “dessistir si son terceros en los triangulares», a votar por un candidato que defienda los valores republicanos.
Por el lado de la extrema derecha, Jordan Bardella, llama a la “movilización” para “una de las votaciones más decisivas de la historia de la Quinta República”, e insiste: “La elección ahora está clara (…), el campo presidencial en gran medida queda desautorizado» y señala a la coalición de izquierdas como su única adversaria: “Por un lado, la alianza de los peores, la de los nuevo Frente Popular reunido detrás de Jean-Luc Mélenchon, que conducirá al país al desorden, la insurrección y la ruina de nuestra economía. Por el otro, la Unión Nacional que tengo el honor de dirigir junto a Marine Le Pen, Eric Ciotti y nuestros aliados.»
Una participación histórica
“¿Alguién con procuración de voto?”, preguntaba el presidente de mesa del colegio Capitaine Lagache, en el distrito 17eme de París, a los votantes que hacían cola. A diferencia de otras elecciones, en este caso, varias personas responden a la llamada.
En estas elecciones legislativas, se ha batido un récord de votos por poder, 2,1 millones de procuraciones. Hace un mes nadie se esperaba estas legislativas y muchos ya contaban con estar de vacaciones lejos de sus ciudades.
Una cifra histórica y símbolo de que en estas legislativas, Francia se la juega. También la tasa de participación ha sido durante toda la jornada histórica; a las 12h era de 25,90%, 7,5 puntos más que en 2022, tendríamos que remontarnos a 1981 para encontrar tan alta participación.“Estamos teniendo mucha participación pero faltan voluntarios en las mesas. Disculpa, no puedo atenderte, hay mucha gente y faltan voluntarios en las mesas”, afirma para EL PERIODICO la presidenta de mesa del centro electoral de Paris Centre.
Finalmente, la participación durante esta primera vuelta ha alcanzado el 67,5%, frente al 47,5% de los comicios de 2022, 20 puntos superior.
A pesar de la debacle en las elecciones europeas que obligaron al presidente Macron a convocar elecciones legislativas adelantadas, la mayoría presidencial ha conseguido pasar a una segunda vuelta. Este lunes, la cúpula del gobierno ha sido citada en el Palacio del Elíseo para valorar los resultados y marcar el siguiente paso en su estrategia cara a la segunda vuelta de las legislativas.
Las consecuencias para Macron
En estas elecciones no se decide el futuro de Macron, al menos no de forma directa. En Francia, el presidente no sale de la mayoría parlamentaria sino de unas elecciones presidenciales que no se esperan hasta 2027. Pero sí que el resultado de estos comicios puede complicar mucho los años que le quedan al actual presidente de la República.
Fuente: www.elperiodico.com