Libro | Controladores mentales

Armen Victorian publica, en el año dos mil, el libro “Controladores Mentales”. Relata que cinco meses después de la creación de Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, el secretario de defensa, James Forrestal, presionó para que comenzará una guerra contra los soviéticos. Una orden secreta presidencial, aumento considerablemente los poderes de la CIA.


Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


A mediados de la década de los setenta del siglo pasado, un importante administrador del MKULTRA, programa secreto e ilegal diseñado y ejecutado por la CIA para experimentación en seres humanos sin su debido consentimiento, fue llevado al senado para responder sobre los proyectos de control mental. Revelo que la CIA había financiado los programas MKULTRA, MKACTION, MKNAOMI, ARTICHOKE y BLUE BIRD. Dicho administrador afirmo que, en ellos, se utilizaban a personas como conejillos de indias.

MKULTRA implico el uso de drogas, la privación sensorial, cultos religiosos, microondas, condicionamiento psicológico, implantes cerebrales y otras áreas de investigación. El programa de control del comportamiento humano de la CIA, fue motivado por el uso de técnicas de control mental por parte de soviéticos, chinos y norcoreanos. El proyecto BLUE BIRD tenía como objetivos, descubrir medios para acondicionar al personal, para evitar la extracción no autorizada de información e investigar la posibilidad de obtener el control de un individuo, mediante la aplicación de técnicas especiales de interrogatorio. El programa se ocupaba, en mil novecientos sesenta y tres, de la investigación y desarrollo de materiales químicos, biológicos y radiológicos capaces de emplearse en operaciones clandestinas para controlar el comportamiento humano. El ala operativa de MKULTRA conocida como MKDELTA, tenía la misión de descubrir cómo utilizar ingredientes de armas químicas y biológicas para alterar la mente humana. El proyecto MKNAOMI, realizó pruebas con dietilamida de ácido lisérgico (LSD) y otras sustancias químicas en humanos, para evaluar su capacidad de mentir bajo la influencia del LSD, también, para evaluar los efectos que tenía el LSD en la memoria.

La inteligencia estadounidense, se había interesado en la investigación soviética en parapsicología. Utilizaron un neologismo checo, la psicotrónica, para describir su investigación. La CIA adopto un doble enfoque, públicamente intentaron desacreditar la investigación psíquica, en secreto, financiaron un serie de proyectos y programas. El Instituto de Investigación de Stanford (SRI), denomino su trabajo de telepatía, visualización remota. Uno de los objetivos del SRI era, determinar si la teledetección podía extenderse a distancias muy lejanas, para lo cual se eligió el planeta Júpiter. La teledetección es la visualización remota de un sitio, proporcionando solo coordenadas. Esto fue estudiado por el proyecto SCANATE.

Controlar el comportamiento humano, es el último sueño de las agencias de inteligencia. Aproximó la realización de este sueño, el desarrollo del Stimoceiver por parte del neuro fisiólogo José Manuel Rodríguez Delgado. Este es un electrodo miniatura, capaz de recibir y transmitir señales electrónicas de frecuencia modulada de radio. Se coloca dentro del cráneo de un individuo, ya sea por la cavidad nasal o el oído. Una vez en su lugar, un operador externo puede manipular las respuestas del sujeto.

El proyecto ALCACHOFA, intento utilizar la hipnosis para programar a un asesino. Una sugestión post hipnótica, sigue siendo eficaz durante varios meses y años, si se refuerza periódicamente. Se estudio la hipnosis remota a través de un Stimoceiver para inducir un estado hipnótico. Además, un sujeto podría ejecutar ordenes de auto destrucción, con lo cual no dejaría pistas a investigadores enemigos.

Programas del ejército y la marina de Estados Unidos abarcaron el electromagnetismo, las microondas, las transmisiones de radio, etc. Fray y otros demostraron que la energía de microondas, es capaz de producir taquicardias y bradicardias. Al mismo tiempo, es posible inducir un ataque cardíaco en una persona a distancia con un radar. Bawin proporcionó evidencia que, las ondas cerebrales pueden inhibirse y mejorarse mediante energía de muy alta frecuencia (VHF) de baja potencia.

El SRI había desarrollado, en mil novecientos setenta y cuatro, un sistema informático capaz de leer la mente de una persona, correlacionando las ondas cerebrales de los sujetos en un electro encefalógrafo con comandos específicos. Los laboratorios estaban desarrollando un arma de haz acústica de muy baja frecuencia (VLF) y alta potencia que, proyectaba balas acústicas de alta frecuencia. El sonido de muy baja frecuencia (VLF) o las modulaciones de radiofrecuencia (RF) de baja asiduidad pueden causar náuseas, vómitos y dolores abdominales.

Victorian insinúa que la evidencia sugiere que la tecnología para producir “voces en la cabeza” existe. La tecnología para alterar la conciencia implica, la aplicación simultanea de múltiples estímulos, preferiblemente, sonidos, que tienen diferentes frecuencias y formas de onda. El sonido podría inducirse en la cabeza de alguien irradiando en la cabeza ondas de radio.

Entonces, se logra la clonación de ondas cerebrales de cualquier víctima objetivo, con el uso de poderosas computadoras por segmentos de emociones humanas. Las cuales han sido identificadas y aisladas dentro de las señales de un electroencefalógrafo como “grupo de firmas de emociones”. Se han metido en el módulo sus frecuencias y amplitudes relevantes. En seguida, el mismo grupo de frecuencia/amplitud se sintetiza y se almacena en otra computadora. Cada emoción negativa esta etiquetada adecuadamente y por separado. A continuación, se colocan en las frecuencias portadoras del sonido silencioso que apunta al blanco escogido. Y así se podría desencadenar la misma emoción en otro ser humano.

El macroeconomista y analista geopolítico de origen británico, Peter Koenig, en su artículo “El cerebro es el campo de batalla del futuro: el objetivo del foro económico mundial es «alterar al ser humano»” explica que, los cerebros humanos pueden ser embestidos por microondas tipo 5G y 6 G. Denuncia que si quieren que un manifestante deje de manifestarse, apuntan a su cerebro ondas ultracortas 5G, así lo deprimen y ya no quiere manifestarse o lo vuelven suicida y el problema se resuelve.

Barry Tower, ex científico y denunciante de las microondas 5G dice, a través de “telepatía electrónica” pueden controlar el cerebro. Logran monitorear el cerebro de las personas a distancia y lo obligan a hacer y comportarse como ellos quieren.

Koenig asevera que avanzamos hacía un Estado Nazi-Stasi. Por lo que es urgente salir del sistema diabólico promovido por el Foro Económico Mundial (FEM), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas (ONU).

*Psicólogo salvadoreño

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