Por: Walter Raudales*
M uchos no entendemos lo que está pasando, en El Salvador y el mundo. Abundantes son las preguntas: ¿Por qué sucede esto o lo otro? ¿Cómo fue que llegamos a este momento de plena dictadura?
Sin ánimo de ser exhaustivo enumeremos algunas verdades que debemos comprender:
1. Estamos en una nueva realidad en donde los ciudadanos, somos el producto. Lo digital ya no es sólo una conexión, somos dependientes de lo que circula por plataformas digitales: información o desinformación, entretenimiento, odio, arte o tonteras, hay de todo, pero lo que importa a quienes nos dominan es tenernos atrapados, para utilizar nuestros datos (los venden), vigilarnos y de paso manipularnos.
2. En este tiempo, al estar la mayoría de nuestro tiempo “conectados”, la sociedad se ha vuelto digital. Nuestra vida reflejada ahí es convertida en datos que son materia prima de la economía y de la política.
El especialista en estos temas, Kyle Chayka en su libro “Filterworld: CÓMO LOS ALGORITMOS APLANARON LA CULTURA”, dice que, para mantenernos pegados a la pantalla, utilizan algoritmos que revisan nuestro historial de experiencias digitales y de esa forma nos teledirigen, nos engañan y nos manipulan. Los más destacados son los servicios como YouTube, Facebook, Instagram, LinkedIn, TikTok, Wasap y Twitter (X), entre otros.
3. Está ya, claramente demostrado que este sistema de algoritmos produce efectos negativos reales en las personas, sobre todo en relación a violencia, generar odio, manipular procesos electorales y violentar derechos humanos elementales, con graves consecuencias en menores y en el bienestar físico y mental de las personas.
4. Las plataformas digitales funcionan comercialmente y como tal actúan. Quien más pueda pagarlas más podrá utilizarlas. Hay investigaciones contra Meta (matriz de Instagram y Facebook) que consideran que Meta utiliza políticas económicas relacionadas con publicidad engañosa y contenidos políticos manipulados. Incluso está comprobado que estas plataformas sacan provecho de la inexperiencia y debilidad de los jóvenes, provocan comportamientos adictivos y claras manipulaciones electorales.
5. Estos gigantes digitales o imperios en internet son contratados por gobiernos (Véase el caso del contrato por 500 millones de dólares del gobierno de El Salvador con Google) que entraña peligros verdaderos para la manipulación masiva de los ciudadanos, imponiendo ideas y mensajes de acuerdo a su modelo de negocios.
6. Esos imperios digitales son contratados por ‘Poderes salvajes’, así se titula el libro de Luigi Ferrajoli, (Poderes salvajes. La crisis de la democracia constitucional) quien afirma que los intereses privados se colocan arriba de las democracias y las constituciones de los países. Esos “poderes salvajes” actúan al margen de todo control. Exacto lo que estamos viviendo y sufriendo en la actualidad en El Salvador.
Pregunta generadora para el debate:
7. ¿Cómo luchar, como ciudadanos, y como miembros del Movimiento Izquierda Salvadoreña MIS) ante esos imperios digitales y esos poderes salvajes? En el caso de El Salvador lo estamos viviendo (en estos momentos) en carne propia.
*Presidente de la Coordinación Nacional del MIS.