Objetivo primario del régimen: enmascarar la pobreza

Los ingentes recursos estatales destinados a comunicaciones del régimen, pretende el supuesto de que el país ha logrado la seguridad y la prosperidad. Las tales, supuestamente para todos, habiendo alcanzado un nivel de vida por mucho superior a la que el régimen encontró al tomar el poder.


Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*


P ero todo es falso, bastando revisar los datos que sobre pobreza, desempleo e inseguridad alimentaria y jurídica ha alcanzado el país.

El grado de desempleo en solo los primeros 6 meses del presente año, ha alcanzado el 20% de la PEA de acuerdo al MINEC, en consecuencia, con la carencia de una política laboral potable y sostenible, redundado en una pauperización de este, que se ve reflejado en los 200,000 nuevos pobres que el mismo informe deja entrever, el ejercicio fiscal 22/23 legó.

Por otro lado, el coste de vida ha urgido a la familia salvadoreña a elegir qué comida dejar, desayuno o almuerzo, o cena, así como cuando consumir carnes, las cuales se han vuelto exóticas para la gastronomía familiar, redundando en un consumo indeseable de carbohidratos y azúcares, harinas y gaseosas, con las que la población desaventajada, enmascara los alimentos.
Esto ha sido ya señalado por la OMS, indicando la carencia de políticas sostenibles en materia alimentaria, además de negarse a construir la seguridad alimentaria, como a educar en la buena cocina, para mejorar la salud de la población.

Así también y en materia laboral, semanas atrás la OIT hizo 11 señalamientos al estado salvadoreño por las faltas que ha cometido en materia laboral, y que todos vemos con los empleos privados no recuperados después de la pandemia [450,000/OIT], así como estatales, 25,000 [ISSS/Afp´s].

Sin embargo, ¿cómo conciliar estos datos con la nota de buen desempeño que la población le asigna al régimen?

Recordemos que hasta la mitad de la población se encuentra fuera, como el que el resto convive con las pandillas, careciendo de los recursos cognitivos para valorar objetivamente la realidad y sus causales. Ahí se encuentra, en precisamente esa limitación la veta que promueve al régimen.

Sin embargo, el hecho es que esta seguridad es relativa, pues es insostenible dada la subsistencia de sus causales sociopolítico económicas, pues los aliados políticos del régimen dependen por entero de la desigualdad que éste les garantiza, y muy seguramente el narco, que ve en la inseguridad jurídica y los vacíos institucionales generados por el régimen, el nicho idóneo en el cual reptar, los está ya aprovechando, dando pie a un nuevo y más profundo estadio de inseguridad.

Entonces; con el ánimo de aparentar seguridad, riqueza y prosperidad, el régimen ha des institucionalizando y corrompido al estado, desincentivando la inversión, pauperizando el empleo, todo con el propósito no confesado de expulsar a la población para que sea ella, la desheredada y mediante sus remesas, la que, de soporte a los fracasos de este corrupto régimen, saludando así y con el sombrero de la diáspora, a las visitas.

Mientras los simples continúan haciéndole gustosos el mandado.

*Educador salvadoreño

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