Las mentiras del recorte de aranceles

Bukele vuelve a jugar con el tema de los aranceles.


Por: César Villalona


V ende la idea de que combate la inflación fomentando importaciones baratas. Pero hay dos errores en su anuncio:

Primero, la mayoría de los productos de la canasta básica alimentaria (22 del área urbana y 15 del área rural) no tienen aranceles, pues se traen principalmente de Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, México y Estados Unidos, países con los que hay tratados de libre comercio. La leche, por ejemplo, tiene arancel si se trae de Brasil. Pero no vendrá de Brasil si ese arancel se quita, porque no competirá con la que se trae de C.A. o E.U.

Los aranceles en general solo aportan el 4% de los ingresos tributarios del Gobierno, pues con los recortes realizados por los gobiernos de ARENA (antes y después de los TLC con E.U., Europa, México y otros países) perdieron peso en la estructura tributaria. ¿Por qué Bukele no actúa por el lado del IVA, que aporta el 42% de los ingresos tributarios y se les cobra a todos los alimentos, las medicinas, etc.?

Segundo, la canasta ampliada incluye, además de los productos de la canasta alimentaria, los gastos en vivienda, servicios y vestuarios. ¿Cree Bukele que hay viviendas importadas? ¿Será que se traen viviendas de Estados Unidos, por aviones o por barcos? ¿Será que una persona que aborda un bus paga aranceles? ¿La tarifa de agua que llega a los hogares incluye algún impuesto arancelario?

Hay dos cosas muy claras en ese anuncio: Bukele no sabe qué es la canasta básica ampliada (y eso es grave) y no tiene interés en fomentar la producción nacional. Por su cabeza no pasa la idea de levantar al sector agropecuario, que ha ido de mal en peor desde 2019. El último “Anuario de Estadísticas Agropecuarias” muestra cifras alarmantes de caída de la producción, el crédito y otras variables del sector. Las Encuestas de Hogares muestran que entre 2019 y 2023 la población ocupada en el campo disminuyó en 60,000 personas.

La crisis del agro ha sido provocada por la eliminación de 5 programas de apoyo al sector que venían de gobiernos anteriores, el recorte de los paquetes agrícolas (de $120 a $75),  la  casi eliminación de vaso de leche escolar y el golpe que eso supone para los hogares y la ganadería, entre otras medidas.

Otro sector que anda mal es el industrial, que provee tantos alimentos como el agro. La industria se estancó entre 2019 y 2023 y perdió peso en el aporte al PIB (de 16% a 15%. Este año sigue empeorando.

Sabemos que levantar el agro significa afectar a los importadores, es decir, al sector más poderoso del empresariado nacional, base de sustentación del régimen. Pero si el agro continúa mal no habrá comida barata y aumentarán la pobreza y la emigración.

Lo cierto es que vivir de importaciones pagadas con ingresos de remesas es una calamidad. Y se trata de importaciones caras, pero no por los aranceles inexistentes, sino porque en casi todo el mundo han subido los costos de producción y comercialización.

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