Libro | La liberación de los pueblos: la patología del poder

En su obra “La Liberación de los Pueblos: la patología del poder”, el psicoanalista y profesor de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, Norberto R. Keppe escribe que la propiedad privada es un error, el ser humano no nació para ser esclavo del dinero y que las instituciones creadas son para beneficiar a un pequeño grupo.


Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


Q uien tiene el poder, no está dispuesto a renunciar a él. Las personas que intentaron modificar el statu quo fueron sacrificadas. Las leyes favorecen a los dueños del poder económico. Hay una idea impuesta en la cabeza del pueblo, para que admire a quien tiene poder económico. La esclavitud del poder económico envilece al cuerpo y al alma e impide que el ser humano desarrolle su inteligencia y sentimientos.

La sociedad siempre ha sido subyugada por los individuos más enfermos, que organizaron malas leyes y mórbidos sistemas sociales, para avasallar a los individuos sanos. El pueblo debe darse cuenta que lo dirigen organizaciones enemigas de él. Por eso la concienciación es la condición fundamental para la transformación social.

El poder se utiliza de forma egoísta: beneficia solo a los que tienen autoridad y poder. Por eso el poder siempre ha sido ejercido de forma patológica. Los teomaníacos, los megalómanos y los narcisistas, los más enfermos, se tomaron la sociedad y crearon algo enfermo donde los sanos tuvieron que someterse a leyes injustas. La estructura social fue construida para proteger la deshonestidad de los que tienen poder. Las personas que retienen el poder económico-social son personas sin corazón.

La extrema avaricia y la compulsión por ganar dinero no son propias de individuos normales. Los ricos y poderosos son enfermos que no tienen la habilidad de ver su propia enfermedad. El poder es la realización total de la locura del ser humano. Cada ser humano, después de nacer, se transforma en esclavo de los que tienen el poder económico social. La sociedad que existe es inhumana porque el pueblo está enfermo y aplastado por los poderosos. El poderoso en la economía domina al político. Y el pueblo se rebela contra el político, que se corrompe por el poder económico.

Tenemos que desconfiar de todo individuo o grupo que desee el poder de forma enfermiza. El poder es locura, la persona equilibrada sabe que no tiene capacidad para dirigir la sociedad. Solo los individuos extremadamente enfermos, pueden tener el ideal y hacer el esfuerzo para volverse poderosos en la sociedad. El individuo desequilibrado no tiene idea de sus problemas y limitaciones. Pensando en ser perfecto, el loco alcanza el poder. Consigue llegar al poder, porque logra pisotear a otras personas. Las personas muy enfermas buscan desesperadamente el poder, para dar rienda suelta a su locura. La realización plena de sus fantasías es la creación de leyes y sistemas de vida. Los individuos poderosos son enfermos graves y extremadamente peligrosos, ya que no titubean en destruir a quien sea por defender sus intereses. El único camino para que la vida social sea modificada es, hacer consciente la socio patología en que somos obligados a vivir.

Por otro lado, hay un complot organizado entre los individuos que están en el poder y los medios de comunicación, cuya finalidad es el dominio sobre el pueblo. La Trilogía Analítica descubrió el problema psico-socio-patológico: los individuos poderosos, que organizan la sociedad, sufren de teomanía, megalomanía, narcisismo, envida y codicia (la Trilogía Analítica es un psicoanálisis creado por Keppe que unifica la ciencia, la filosofía y la teología). Sus consecuencias son un grupo de millonarios en el poder y el pueblo sufriendo necesidades. Hay adulación a los que tienen poder y la estructura social no muestra piedad.

Hay un esfuerzo por esconder la injusticia. El poder económico organizo una sociedad de explotación y mientras la sociedad esté subordinada a la economía, es imposible que haya justicia social. Los señores actuales de la humanidad son los banqueros. El sistema financiero no fue creado para beneficio de las naciones y pueblos, sino, para el enriquecimiento de los banqueros y especuladores. Keppe discurre que la causa de todos los problemas es la actitud de envidia, de megalomanía y teomanía que lleva a negar, tergiversar y omitir la realidad. Por lo que la vida psicológica está dominada por ideas equivocadas propiciando delincuencia, crímenes, desavenencias sociales y enfermedades físicas y psíquicas.

El poder religioso ha sido aliado del poder económico por muchos siglos. Éste quiere preservar su poder y no que se realice la justicia divina. La vida sexual siempre fue usada en función del poder. Al poderoso le gusta demostrar su virilidad, por lo que tiene varias compañeras sexuales al mismo tiempo. La mujer es vista como un ser fuera de la vida, cuya función es engendrar hijos y educarlos en la primera infancia. La mujer que pretende poder, se impresiona por los hombres poderosos.

Estos pasaron a aceptar las drogas, cuando se anuló el peligro de ser eliminados del poder, encontrando una fuente de lucro casi inigualable. Por lo que la red de tráfico es comandada por individuos situados en cargos de “confianza” en los gobiernos. La sociedad es espejo de las personas que la componen. Es decir, es la manifestación colectiva de las conciencias individuales. Lo que el ser humano esconde, aparece con claridad en la vida social. El noventa y uno por ciento de la conducta humana, gira en torno a la vanidad y al deseo de poder.

La humanidad se dividió entre los que tienen posesiones y los que viven de un salario, esa división ha generado rencor de los que no fueron beneficiados y miedo en aquellos que tienen una vida holgada. La Trilogía Analítica considera que es posible construir una sociedad normal, a través del conocimiento de la verdadera anormalidad del hombre. Algunas técnicas que usan los poderosos para dominar al pueblo son: poner a cada individuo a la defensiva, alabar al pueblo para que aguante las dificultades, permitir al pueblo toda clase de alienaciones e incitar a los pueblos a rivalidades y discordias.

Existen dos clases de psicóticos: los que alcanzan el poder y los que no lo logran y se transforman en Napoleones y Cesares en una clínica psiquiátrica. Todos tenemos una patología psíquica, pero, los que alcanzan el poder tienen la patología mucho más acentuada. Cuando alcanzan el poder se identifican con él y se creen dioses. El poder, por la manera como está organizado, se ejerce de modo inmoral y va contra los intereses del pueblo. Aunque el individuo quiera ser sano, dentro de una sociedad portadora de instituciones enfermas, es absolutamente imposible. Pero con la ayuda de la Trilogía Analítica, podremos empezar una civilización equilibrada. El primer paso es la concienciación de los errores en que está fundada la sociedad. La psicoterapia será reemplazada por la socio terapia.

La patología fundamental de la humanidad es psicosocial. Lo patológico del hombre es querer ser Dios, querer ser un nuevo creador. De esta forma fue organizada una sociedad invertida, donde los buenos son neutralizados y los malos son los dueños de todo el poder. Es imposible corregir al ser humano sin que haya corrección de la sociedad. Tenemos que cambiar la sociedad si queremos transformar al ser humano. Y el único camino para alcanzar la felicidad es una acción buena y continuada en el tiempo y el espacio. El individuo solo se puede realizar como ser humano, al actuar en el campo de la materia, según el campo de la creación, construyendo y desarrollando esta vida. La base para una nueva sociedad es una conducta que busque el bien social e individual.

*Psicólogo salvadoreño

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