La Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) advirtió de amenazas que se ciernen sobre la economía de El Salvador, en especial la desaceleración.
L a institución estimó que el crecimiento rondaría entre un dos y un 2.5 porciento si la desaceleración continúa el resto del año, lo cual se aleja de lo anticipado por el Banco Central de la Reserva (BCR) de un crecimiento del PIB entre tres y 3.5 por ciento, mientras la Cepal estimo ese indicador en tres por ciento.
La economía salvadoreña inició una etapa de desaceleración, afectada por una caída en las exportaciones, bajo dinamismo de las remesas y la contracción del sector industrial, valoró.
Recién economistas advirtieron de una contracción en abril del Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE), una medición mensual de la actividad productiva, el cual sufrió una disminución de 0.62 por ciento, señaló Rommel Rodríguez, coordinador del Área de Macroeconomía de Funde.
Las cifras del IVAE presagian que la economía de El Salvador muestra una tendencia a decrecer y a estancarse, según un análisis del economista Cesar Villalona quien se anticipó al estimado de Funde, cuando el BCR afirmaba que la economía este año crecería un cuatro por ciento.
Este indicador no es igual que el Producto Interno Bruto (PIB), pero muestra la trayectoria anual de la actividad productiva, es decir, da señales sobre la tendencia-ciclo de la actividad económica y sus cambios, precisó el experto.
En opinión de Villalona como el primer cuatrimestre de año la tasa de IVAE fue negativa, el BCR no anda bien en sus vaticinios, no obstante organizaciones multilaterales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mejoraron la perspectiva de crecimiento económico para El Salvador en 2024.
Asimismo, el Banco Mundial ajustó al alza su previsión de crecimiento para la economía de El Salvador en 2024. El organismo considera que el país puede crecer un 3.2 por ciento este año, un 0.9 por ciento más que el 2.3 por ciento que proyectaba en enero pasado.
Pero, según Rodríguez, hay una caída que se experimenta desde noviembre del año pasado, que va mostrando señales de ralentización de la economía entre el mes de marzo y abril de este año.
Los datos del PIB del segundo trimestre se conocerán a finales de septiembre, pero los resultados de las variables de mayor peso en la economía advierten de un escenario complicado: las exportaciones acumulan una caída de 6.7 por ciento, mientras que las remesas apenas crecieron un 0.8 luego de un inicio de año en retroceso.
Encaminar la economía es la principal promesa del presidente Nayib Bukele para su segundo mandato aunque no son pocos los que ponen en duda ese empeño. (PL)
