Las mujeres con Francisco. Renovando el Vaticano desde el catolicismo

Francisco constantemente da sorpresas y su estrategia para renovar «y controlar» la pesada y hermética Curia Vaticana es sistemática. Lo más reciente es la designación de la Dra. Conceta Brescia Morra como integrante del Consejo de Autoridad y Supervisión Financiera del Vaticano, la Dra Brescia es una de las expertas más reconocidas a nivel internacional sobre la legislación en materia de lavado de dinero y control de procesos financieros.


Por: Elio Masferrer Kan*


P rofesora universitaria que dedicó toda su vida a cuestiones de legislación en materia financiera es profesora titular de la Universidad de Roma Tre, un área universitaria pública, que en los ambientes académicos italianos nadie puede cuestionarlo como ajeno a la influencia del mundo académico leal al catolicismo, donde el Opus Dei tiene a cuadros de alto nivel en sus claustros universitarios.

Simultáneamente Francisco convocó a los jerarcas católicos para que evalúen el papel de las mujeres en las estructuras institucionales de la Iglesia, aclarando, para que no se dieran «malos entendidos» y rumores innecesarios que no estaba hablando de un diaconado o sacerdocio femenino. Sin embargo Francisco cada vez más intensifica el papel de las mujeres en los distintos «espacios» de la administración eclesiástica.
El Vaticano durante las administraciones anteriores fue considerado un «paraíso fiscal», sospechoso de cooperar en el manejo de dinero de dudoso origen por la banca europea y sometido a «vergonzosos» pero necesarios bloques de ingreso al sistema bancario europeo. La Policía de Hacienda Italiana, especializada en delitos financieros, llevó a la cárcel a un sacerdote quien trató de ingresar millones de euros en efectivo desde Suiza. «No me digan que se parece a la Beata Imelda» ironizó a inicios de su pontificado el Papa, refiriéndose a la «presunta» responsabilidad penal del sacerdote.

Las preocupaciones de Francisco sobre el mal uso de los dineros del Vaticano y la rapiña que ejercen miembros destacados de la Curia romana le ha llevado a aplicar juicios y condenas a cárcel a los inculpados.

En estos días una de las máximas autoridades financieras del Vaticano estuvo declarando en un juicio entablado en Londres, que involucran más de 400 millones de libras esterlinas (515 millones de dólares americanos), en especulaciones inmobiliarias, que tendrán que destinarse a «obras misioneras» en países pobres, qué probablemente se pierdan e incluso tengan que asumir costosas indemnizaciones por la «ineficacia» de la Curia.

Francisco ha señalado en varias ocasiones que las mujeres administran en forma eficaz los recursos, mientras que los hombres son malos administradores. Un juicio complejo en un mundo de hombres célibes, donde el celibato garantizaría una dedicación de tiempo completo, aunque el asunto se complica, pues estos sacerdotes suelen tener «sobrinos» y «amigos» que atender y allí es donde aparece el influyentismo, la corrupción y el mal uso de los «recursos sacros».

La designación de mujeres en puestos claves de la estructura católica es sistemática. Emilce Cuda, una teóloga progresista de Argentina está al frente de la Comisión Pontificia para América Latina, «compensada» por el laico del Opus Dei, el mexicano Rodrigo Guerra López. La Secretaria Ejecutiva del Gobierno de la Ciudad del Vaticano, puestos claves en las Academias Vaticanas y otras posiciones estratégicas están siendo cubiertas por mujeres.

Las cifras del Anuario Vaticano son contundentes, hay menos de 300,000 sacerdotes en la Iglesia, pues los obispos no quitan de sus datos a renunciantes y fallecidos y más de 600,000 religiosas (incluyendo a monjas, numerarias, mujeres consagradas y otras formas de religiosas mujeres).

Dentro de la Iglesia Católica existen las conferencias de obispos y las conferencias de Religiosos y religiosas. Los religiosos y religiosas tienen instrumentos más eficaces de control sobre su personal que los obispos diocesanos, que son quienes en forma discreta, pero sistemática Francisco excluye de la administración vaticana. No confía en ellos y de alguna manera es consciente que para llegar a niveles altos de la burocracia vaticana, hay que tener «contactos» y «agarraderas». Esas lealtades periféricas y nocivas son las que le preocupan, pues sabe que se estructuran como auténticas mafias burocráticas.

Los salesianos, franciscanos y jesuitas son quienes tienen cada vez más obispos y cardenales. En México los Misioneros del Espíritu Santo han incrementado obispos en México y Estados Unidos. No olvidemos que Francisco estudió de técnico químico en una escuela de los discípulos de Don Bosco y tiene buenos recuerdos de la obra salesiana. Luego ingresó a la Compañía de Jesús.

Pronto Francisco hará en septiembre dos viajes estratégicos: estará en Asia varios días e irá a Luxemburgo y Bélgica en Europa. En sus viajes estará en centros financieros internacionales como Singapur y estos pequeños países europeos, capitales financieras del mundo. Podríamos pensar que es casual la elección de los destinos o no. Nunca sabremos cuáles son las auténticas finanzas del Vaticano. Ahora, a diferencia de otros tiempos, el Papa sí conoce las finanzas del Vaticano, poniendo a las mujeres para que las administren.

*Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH

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