Grupos de derecha y musulmanes se enfrentaron en nuevos disturbios en Inglaterra en una ola de violencia que no para de crecer. Los elementos más radicales de las protestas incendiaron hoteles que albergan inmigrantes y atacaron viviendas. En Manchester, manifestantes atacaron a 50 policías durante una protesta por el asesinato de tres niñas en Southport. En Rotherham, manifestantes enmascarados asaltaron un hotel utilizado para alojar a inmigrantes, resultando en más de 150 detenidos durante el fin de semana de violencia. En Bolton y Middlesbrough, grupos musulmanes se enfrentaron violentamente con los manifestantes, registrándose múltiples heridos. La policía detuvo a 170 personas tras ataques con piedras, botellas y otros objetos. El gobierno británico decidió proteger mezquitas ante la escalada de violencia, surgida tras el asesinato de tres niñas en Southport por el menor de origen ruandés Axel Rudakubana, acusado también de intento de asesinato de otras diez personas.
Los manifestantes concentrados frente al hotel Holiday Inn han roto las ventanas del edificio y han prendido fuego a enseres en una de sus fachadas a pesar de la presencia policial, según recogen los medios británicos. Los participantes también han lanzado objetos a los agentes, incluidas sillas, y se han difundido imágenes de un policía siendo atendido dentro del hotel.
Finalmente los asistentes han logrado irrumpir en el edificio y se ha confirmado que hay al menos diez agentes lesionados como consecuencia de los enfrentamientos. No hay noticia de solicitantes de asilo o trabajadores lesionados. Tras entrar en el inmueble intentaron sin éxito prender fuego al hotel. Ademas bloquearon la entrada del hotel utilizando contendores de basura, que finalmente los antidisturbios lograron retirar.
En Bolton, grupos musulmanes que gritaban “Allahu Akbar” se enfrentaron con alborotadores de extrema derecha. En Middlesbrough, un turba de hombre enfurecidos gritó “no hay ningún negro en la Union Jack” mientras atacaban las casas de los inmigrantes. Imágenes en las redes sociales muestran otras partes de la ciudad con hombres asiáticos atacando a hombres blancos.
Una comisaria de policía ha sugerido estos días que la “inmigración masiva y descontrolada” es una de las razones detrás de los disturbios que se han extendido por todo el Reino Unido. Donna Jones aseguró que arrestar a personas por desorden es «tratar el síntoma y no la causa» del malestar civil, en un comentario que fue criticado como «divisivo».
