El relajo financiero en la asamblea

Semanas atrás, concatenando una cadena nacional, quién ostenta ilegalmente la primera magistratura preguntaba con aparente sorpresa al presidente de la asamblea legislativa, ¿cómo fue posible que una diputada de la oposición, valiéndose de engaños, sorprendiera a la junta apropiándose un presupuesto inflado para sí y su equipo?, pretendiendo así perseguir la corruptela imperante.


Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*


E n cambio, descubrió el malicioso plan que adelantaba en directo, con el que procuró difamar a la diputada en cuestión, pretendiendo que esta se había mediante trampas, apropiado de un mayor porcentaje del erario que como diputada le corresponde, junto a su equipo, del presupuesto de la asamblea.

Es decir; argüía que ella se había valido de la sencillez y buena fe de los miembros de la junta directiva de la asamblea, para así hacerse con un desbordado presupuesto legislativo, mayor al del resto de diputados, lo que es falso.

La asignación presupuestaria por curul está ya asignada por ley, de lo que es responsable el equipo técnico colaborador en materia presupuestaria, de la junta de la asamblea legislativa, compuesto por técnicos cuya labor es precisamente la designación de los tales recursos.

La trampa que pretendió acometer el ejecutivo, en complicidad con los elementos de la junta, miembros del oficialismo, procuro endilgar a esta, la responsabilidad del desorden administrativo reinante en la asamblea que es entera responsabilidad del oficialismo, caracterizado como todo en la presente gestión, por la improvisación, el desorden, el derroche, la ausencia de transparencia, la intolerancia, y, sobre todo, la opacidad.

Lo cierto y por justicia, es que la diputada a la que intentará el ilegal ejecutivo que nos mal gobierna, en complicidad con el presidente de la asamblea, es la única que ha superado la evaluación concerniente al manejo de su presupuesto, con transparencia, y con completa atención a la población, demostrando no haber realizado un mal manejo de los recursos que se le han asignado, como que además incluso ahorro.

Este no es el caso del resto de sus compañeros, en particular de la bancada oficialista, en donde predomina precisamente la improvisación, el desorden, y una descarada opacidad, pues sencillamente imitan al ejecutivo en este acto de menosprecio a este elemental reclamo de transparencia de parte de la población.

Se deja entrever por ejemplo, entre la bancada oficialista, el despido de varias decenas de empleados con cargos técnicos, con larga data en su ejercicio dentro de la asamblea, para en cambio sustituirlos por individuos que carecen de fortalezas y formación técnica de algún tipo que contribuyan al bien gobernar, siendo en cambio claramente agentes partidarios cuya única habilidad es su completa despersonalización, por completo sometidos a la voluntad ejecutiva, extremadamente avariciosos, y sobre todo, siempre dispuestos a promover sus particulares intereses con hasta dos plazas oficiales a su nombre, ejerciendo sin cumplir ninguna, pero cobrándose puntualmente.

Total, se trata de fondos públicos, aquellos que en época electoral el candidato afirmó alcanzan cuando no se roba, y que ahora nunca les alcanza. A ellos, los de siempre.

*Educador salvadoreño

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