La farsa del petate que no asusta a nadie, y la violencia desnuda que ya no puede encubrirse mediáticamente

Días atrás nos asegura el régimen hubo problemas en el sistema penal, con un grupo de pandilleros amotinado armando relajo.


Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*


C omo castigo el régimen ha anunciado que los enviará al CECOT, “…para enseñarlos a comportarse…”, según el ministro de justicia y seguridad pública.

El problema con ese castigo es que en el CECOT está la mata pandilleril, preservando privilegios y sin padecer las vejaciones que suceden en el resto del sistema carcelario.

Dicho de otro modo; el supuesto motín era precisamente para que los reubicaran ahí.

Por otro lado, las calles de las ciudades no son el vergel que asegura el régimen, pretendiendo haber reproducido el mito del martinato, aquello de que cualquiera podía olvidar algo en algún lugar y seguro encontrarlo sin que nadie lo hubiera trasteado al día siguiente.

En cambio, los reportes ciudadanos confirman un aumento exponencial diario del crimen común, con asaltos a la propiedad, la vía y el transporte público, donde la inseguridad grita que nunca se fue.

Porque esa misma inseguridad es alimentada desde el régimen por el propio estado de excepción que publicitariamente la combate, y que, para sostenerlo en el tiempo sin a la vez atacar las causales estructurales de esta, des institucionaliza al estado, dejando a la ciudadanía en completa indefensión.

Indefenso porque a la violencia social y estructurales que se han agravado profundizándolas intencionadamente, debemos sumar la violencia policial y militar que contra la población el régimen ha desatado, junto a la descarada arbitrariedad legal, política y económica que él mismo adelanta a su favor y el de sus representados, traduciéndose en una más peligrosa inseguridad: la que deriva del capricho que impone el más fuerte.

Al liquidar el estado de derecho, deshabilitando las regulaciones legales, obliga su observancia solo a los desheredados, pretendiendo haber establecido por decreto la seguridad de todos, habiendo en cambio el régimen atraído al único inversor interesado en su oferta: el narco.

Nadie con su mirada en la historia y el interés de bien gobernar, está reproduciendo la receta que ofrece, en cambio donde se ha aplicado, Argentina, Perú y Ecuador, no solo el nivel de vida de la ciudadanía se precariza, consecuentemente a la laxitud legal con que se favorece a las élites, los únicos a los que promueve el proyecto libertario gringo para AL, solo han logrado establecer una selva en la que campea la corruptela y la ilegalidad, implantando desde los propios regímenes las condiciones ideales que favorecen y fortalecen a actores como el narco.

Porque no solo no atacan las causas originarias de la violencia social, desmantelan además el estado de derecho, promoviendo como nunca en nuestra historia a las élites, que hacen con completa impunidad a su antojo, mediante la instrumentalización del estado y sus conexos, para enriquecerse gratuitamente aumentando exponencialmente sus haberes y riquezas, en completo menosprecio a las vidas que cercenan como al derecho.

¿Y el pueblo?

Bien, gracias.

*Educador salvadoreño

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