Manual de lavado de cerebro

Lafayette Ronald Hubbard fue un escritor norteamericano de ciencia ficción y fundador de la Dianética y la Cienciología. Nos presenta el texto soviético “Manual de Lavado de Cerebro”, cuyo contenido original está escrito en lengua rusa.


Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*


E l manual comienza definiendo Psicopolítica como el arte y la ciencia de mantener el dominio sobre ideas, lealtades y la conquista de naciones enemigas a través de la “curación mental”. La Psicopolítica es una división de la Geopolítica, su objetivo es producir el máximo caos en la cultura del enemigo mediante la desconfianza, la depresión económica y la agitación científica.

El psicopolítico debe trabajar hasta que cada profesor de psicología, sin querer o a sabiendas, enseñe la doctrina comunista bajo la apariencia de “Psicología”. El psicopolítico debe trabajar hasta que cada doctor y psiquiatra sea un psicopolítico. El psicopolítico debe trabajar hasta tener el dominio sobre mentes y cuerpos de cada persona importante en esa nación.

Cualquier gobernante ha necesitado la obediencia de sus súbditos para lograr sus fines, por tanto, ha recurrido a castigos. La psicopolítica utiliza métodos para alinear y afianzar lealtades de personas y masas. El hombre mismo es un organismo político. La enfermedad es una deslealtad al organismo por parte de una agente patógeno. El Estado, como organismo político, es una analogía. La misión de la psicopolítica es alinear a los individuos a la obediencia y objetivos del Estado. Manteniendo su alineación por la erradicación efectiva de personas que pueden desviar al grupo a la deslealtad. El individuo es un organismo económico, requiere cierta cantidad de comida, agua y cierta cantidad de calor para vivir. Un exceso es una amenaza al individuo. El individuo debe mantener el equilibrio entre glotonería y necesidad. Sin la coacción y el mando, no puede haber ninguna alineación de las funciones corporales. Las objetivos de Estado, formulados por la Nación, son para la obediencia y afluencia de los individuos adentro de él. La tecnología de la psicopolítica va desde la eliminación de tendencias que provocan su falta de cooperación, hasta la eliminación del individuo mismo.

El cambio de lealtad consiste en la erradicación de lealtades existentes, esto se logra con adoctrinamiento firme e ininterrumpido del individuo. Si la propaganda comunista falla se recurre a la coacción emocional, a la descarga eléctrica y a la neurocirugía. La personalidad misma puede ser reestructurada por choques eléctricos, cirugía, coacción e implantación de ordenes con tecnologías de neo-hipnosis. El fin es alterar completamente la personalidad y crear un esclavo psicopolítico.

La obediencia es el resultado de la fuerza y con la fuerza esta la crueldad. Cualquier organización que tiene el espíritu y el valor de exhibir inhumanidad será obedecida. Debe entenderse claramente que no se tiene piedad. Solamente cuando una persona ha sido golpeada, castigada y martillada despiadadamente, el hipnotismo sobre ella puede ser garantizado con eficacia. La creencia engendrada por el miedo y el terror será seguida por la obediencia. Los individuos obedecerán órdenes perjudiciales para sí mismos y cometerán actos inmorales bajo la influencia de órdenes hipnóticas profundas.

El hombre es fácilmente manejado por mecanismos de estímulo-respuesta. Solo es necesario instalar un estímulo en la morfología mental del hombre para responder a una fuente exterior. Si un individuo es golpeado y se le dice durante la paliza que debe obedecer a ciertos funcionarios, en el futuro, sentirá los principios del dolor en el momento en que empieza a desobedecer. Un estímulo suficientemente instalado permanecerá como mecanismo de policía dentro del individuo. La negativa de dejarlo dormir durante días e impedirle suficiente comida, es óptimo para la recepción de un estímulo. Si se da la descarga eléctrica y se le dice que debe obedecer y hacer ciertas cosas, no tiene elección, excepto hacerlas.

Drogar al individuo causa agotamiento artificial y si es choqueado, golpeado y se le da una cadena de órdenes, las lealtades pueden reorganizarse. La implantación en la mente inconsciente se logra cuando se da un mandato en estado hipnótico y en esa condición, se le dice que lo olvide, ejecutara ese mandato a una señal estímulo-respuesta en el ambiente, después que ha despertado de su trance hipnótico. Un soldado mantenido prisionero, puede ser abusado, difamado y drogado hasta que el movimiento más leve de parte de sus captores, causara que él se estremezca a la palabra más leve de parte de sus apresadores y causara que él obedezca.

Bajando la resistencia a una persona, grupo o nación por difamación y degradación constantes, es posible inducir un estado de conmoción en la que recibirá cualquier orden dada. Cada individuo que se rebela debe ser considerado una persona trastornada y debe tener el tratamiento de un psicopolítico con la apariencia de que es por su sanidad mental. Cuanto más violento el tratamiento, más valor de mando acumulara el agente político. Las operaciones de cerebro, como lobotomías pre frontales, deben volverse normales y comunes. Y el público debe ser educado en que, el choque eléctrico es terapéutico. Si el fin de la guerra es el control de un pueblo, se habrá conseguido sin la destrucción que conlleva una conflagración. Hubbard considera que regímenes políticos anti vida y autoritarios basados en actitudes autoritarias y anti vida a las masas, se originan en la crianza típicamente autoritaria y sexo represiva.

*Psicólogo salvadoreño

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