A pesar del incremento de la tecnología inalámbrica, los investigadores no encontraron una mayor incidencia.
U n estudio, realizado por la Agencia para la Seguridad Nuclear y Protección contra la Radiación de Australia por encargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desestimó una posible relación entre el uso de teléfonos móviles y el cáncer de cerebro.
Tras analizar cinco mil trabajos de los últimos 20 años, los investigadores no encontraron una mayor incidencia de tumores, a pesar del incremento de la tecnología inalámbrica.
El profesor Ken Karipidis aseguró que las ondas no son un grave peligro, pero recalcó la importancia de continuar con las pruebas.
Mientras tanto, el autor Mark Elwood coincidió en que no identificaron ningún riesgo, «incluso con más de 10 años de exposición».
Ambos también descartaron mayores riesgos de leucemia u otra patología oncológica en niños vinculados a las transmisiones de equipos.
El estudio fue una solicitud de la OMS en el 2019 y, según los autores, es el más completo hasta la fecha, pues abarca los trastornos de la glándula pituitaria, glándulas salivales y leucemias.
Con todo, dijeron que todavía no existen estudios concluyentes sobre las redes 5G. Además, reconocieron que no podían descartar otros efectos potenciales.