El Salvador viviendo en el surrealismo

“No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma” Jiddu Krishnamurti


Por: Igor Iván Villalta Sorto


E l Salvador, como todos los países del mundo presenta contradicciones grandes y pequeñas, pero son las grandes contradicciones las que hacen a las personas caer en la cuenta que el país de las maravillas en el que creíamos vivir es sólo un maquillaje que esconde una piel deteriorada y enferma. Al final de cuentas la enfermedad se impone y se hace presente con toda su crudeza.

La diáspora viene a convencerse e impresionarse de las maravillas de Bukele, observa la Biblioteca Nacional, el Palacio Nacional, La Catedral Metropolitana y en esos reducidos metros cuadrados observa a todo el país, olvidando que esa es una ínfima parte de este pequeño país, repleto de personas que no se pueden dar el lujo ni siguiera de visitar esos bellos monumentos a la belleza y a la opulencia, que no están de acuerdo con la realidad que les toca luchar día con día.

Tomemos en cuenta las lecciones que ha dejado el caso COSAVI y la muerte de su gerente Manuel Alberto Coto Barrientos, acusado de malversar 35 millones de dólares de los socios de la cooperativa. Junto a Coto fallecieron en el accidente del helicóptero la cúpula de la Policía Nacional Civil (PNC).

Parte del dinero se lo prestó a algunas alcaldías de Nuevas Ideas (21 millones de dólares) patrocinó viajes de diputados de Nuevas Ideas para que hicieran campaña política en Estados Unidos, patrocinó eventos artísticos con invitados internacionales.

Muchos de los diputados que se tomaban la foto con el señor Coto, ahora se encuentran ausentes en los actos rituales mortuorios. Pero la muerte de este personaje ha traído grandes consecuencias para el gobierno, debido a que en primer lugar fue el usurpador de la presidencia el que lanzó la idea que esto no se trataba de un “simple accidente” y que llevaría las investigaciones “hasta las últimas consecuencias”.

Creo que fueron declaraciones temerarias, debido a que los indicios, que se conocen hasta el momento, no se ve mano criminal en el hecho, y como en nuestro país existe una gran impunidad y no existe libre acceso a la información, no le queda otra alternativa al ciudadano común que especular e inventar gran número de rumores que tratan de explicar los hechos.

De acuerdo a diferentes analistas políticos la tragedia embadurna como nunca al usurpador, lo que indica que la pérdida de credibilidad de él y de todo su gobierno es grande y termina con el ciclo de ingenuidad de la población, debido a que de ahora en adelante cada crimen cometido en contra de los ciudadanos que denuncian la corrupción, las desapariciones, la tortura, o que son personajes incómodos al gobierno porque “saben mucho”. La población ya sabe a dónde encontrar a los culpables.

También esto genera pánico en el círculo cercano al usurpador, porque “no hay que creer, ni dejar de creer” se ha instalado la duda en el conglomerado social, y se preguntan “quien será el próximo”. Casos como este dificultan la atracción de buenos colaboradores porque el que se precie de ser un profesional de prestigio, no se va desprestigiar formando parte de un gobierno que a todas luces demuestra incompetencia, corrupción, falta de empatía y ética en la función pública.

Por otro lado, y de acuerdo a la predica gubernamental, el tener el país más seguro de América repercutirá en la inversión extranjera, mucha gente de la diáspora se quiere regresar a El Salvador porque es un país atractivo para la inversión externa. El caso COSAVI echa por tierra toda esa predica. El inversionista nacional o extranjero se preguntará ¿adonde estaban los controles; para que una situación de esta naturaleza no sucediera? Principalmente si tenemos fresco el caso FINCEPRO-INSEPRO.

Considero que deben deducirse responsabilidades en el accidente del helicóptero debido a que lo que está en juego es mucho. Hay que responderle a la población del porqué no se hizo el traslado del Sr. Coto de día, ¿Cuál era la premura de llevarlo a una conferencia de prensa en el preciso día que se cumplían 100 días del gobernante espurio. Acaso iba a ser presentado como el trofeo de los 100 días y se necesitaba presentar las imágenes del imputado escoltado.

Cuando se considera que todo debe encajar como instrumento de propaganda, y se sostiene una guerra de imágenes y hechos que los puedo utilizar como material electoral con el fin de elevar mi nivel de aceptación, se pueden cometer muchos errores como estos en donde se enviaron a 9 seres humanos a la muerte. De los hechos hay responsables y la población ya empezó a señalarlos.

Independiente de quienes hayan sido las víctimas de esta cadena de errores recordemos que como nosotros tenían familias que los amaban y contaban con ellos. En lugar de hacer campaña política tras sus féretros se debería hacer recuento de los errores cometidos y enderezar un estado de cosas que como estas víctimas del accidente nos está conduciendo al desastre a toda la población.

*Biólogo investigador

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