Población trabajadora salvadoreña y sus condiciones para la inserción al mercado laboral

El punto acá es que la sociedad salvadoreña por razones culturales e históricas presenta procesos de alienación importantes que trastornan la realidad a conveniencia o según lo que estamos acostumbrados, que han conllevado a situaciones de aceptación, sumisión y sometimiento al poderoso o al ente dominante que quiere el control y ejercer su fuerza, y pretender dominar a sus anchas y, mantener su poderío a través de fuerzas institucionales o propias, que han llevado un papel histórico de defensoría plena del mandamás. Y tiene como consecuencia expresiones como “nadie negocia con el débil”.


Por: Róger Hernán Gutiérrez*


L o encontramos desde tiempos remotos en el ámbito escolar, en lo que hoy definimos como bullying; el acoso escolar que se presenta según la permisión y desconocimiento de la dirección y cuerpo docente escolares, cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o social producido entre estudiantes de forma reiterada, tanto en el aula, en la escuela y fuera de esta en las zonas aledañas, como a través de las redes sociales lo más actualizado, con el nombre específico de ciberacoso. Importante acá detenerse, muchas veces la persona que acosa y pretende imponerse a quien se deja y lo acepte sin oponerse, es una persona de familia pudiente.

Esto a nivel de país y sociedad es peor, persiste en una aparente visión que nadie hace nada, porque no puede o no quiere, en tanto para el machismo recalcitrante puede ser una forma de hacerse más hombre; otro es algo como la teoría darwiniana de la selección natural, perdurarán aquellos niños y niñas que son fuertes y no presenten debilidades—que no se quejen o denuncien el bullying ante la autoridad escolar e incluso ante sus padres, pues ello es un signo de cobardía, de pobreza emocional, lo que va generando una cultura de aceptación, muy individualizada, casi personal, que se traducen en otras lógicas sociales, como familiares, políticas, sociales, culturales y laborales.

Ahora en tiempos modernos, seguimos atados a una cultura egoísta, con lógicas tergiversadas de la realidad por poderes fácticos dominantes en áreas como la economía, lo social, la política, sindical, laboral, comunicaciones; el gobierno, si esto lo trasladamos a los ámbitos laborales, observamos el real problema del país, relaciones sociales de producción totalmente dominantes en pro de la parte fuerte—sector empresarial—que ha hecho por larga data un sinfín de violaciones laborales de hecho e ilegales, y como consecuencia han impedido que las diferentes personas se organicen en sindicato, y de esa manera verse forzados a cambios en las relaciones laborales.

El problema se agrava en tanto reciente investigación de la UCA[1] a cargo de la Profesora Saira Navas, ha derivado en algunos datos que deben ser muy tomados en cuanto a la hora de un análisis de por qué la economía no mejora; y quienes la mantienen así para su beneficio; de tal suerte que las cortinas de humo que el Presidente Bukele envía al pueblo en diferentes formas de comunicación, son para distracción de lo que verdaderamente sucede, la elección pasada fue claramente ilegal e ilegítima; y la de feb2019, fue claramente un voto de castigo al FMLN. En consecuencia, tenemos una enorme debilidad del papel del Estado para defender los derechos de una ciudadanía social; y Bukele no le interesa mientras su ejercicio le favorezca dentro del marco de la economía de beneficio a sectores élites del empresariado.

Es claro que el endeudamiento alto no se enfoca en el sostenimiento y progresividad de los derechos de la ciudadanía (educación, salud, alimentación, transporte público, vivienda, recreación, cultura, etc), ni el pago de la deuda se justifica en el presupuesto nacional, en tanto las diferentes partidas presupuestarias no mejoran, ni recaen en el beneficio de la gente empobrecida por las malas políticas públicas y la permisión al sector empresarial de mayores niveles de ganancia; con obras de infraestructura y otras que favorecen los sectores empresariales en su ejes de acumulación de ganancias.

La cooptación de instituciones que manejan fondos públicos y de la población, son para garantizar su favorecimiento y del clan Bukele en el manejo del Estado; que reflejan la exclusión social consolidada esto y más afecta la fuerza de trabajo ampliada (pea y pei); y como consecuencia el 61% no posee contrato individual de trabajo; 73% no recibe aguinaldo; 56% no cotiza al seguro social y el 58% trabaja en condiciones peligrosas, por decir algunas.

El 73% de población en edad de trabajar se ubican por debajo del nivel obligatorio garantizado por el Estado (bachillerato). La fuerza de trabajo ampliada presenta un alto grado de exclusión social y está consolidada, por ello como país el 49%, está fuera del proceso económico, por tanto, son una fuerza laboral que día a día enfrenta situaciones difíciles de existencia en las condiciones de vida y la participación en la sociedad, con mucha desventaja por la manera como el Estado incumple su obligación y los sectores económicos dominantes mantienen un proceso y modelo económico.

*Sindicalista salvadoreño

[1] Dinámica Laboral y exclusión social en El Salvador

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