Un juzgado de El Salvador continúa la audiencia contra los presuntos asesinos de seis jesuitas y dos salvadoreñas con el propósito de enviar el caso a juicio.
La víspera el Juzgado Segundo de Instrucción de El Salvador negó archivar el proceso penal contra el expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994) y tres personas más por tratarse de cargos de lesa humanidad, en la causa penal por la masacre de seis jesuitas, cinco de ellos españoles, y dos mujeres salvadoreñas en 1989.
Según los fiscales existen abundantes evidencias para que los procesados sean enviados a la etapa de juicio por los delitos de asesinato, actos de terrorismo, conspiración para actos de terrorismo, fraude procesal y encubrimiento
Unos de los enjuiciados, Inocente Montano participó en la audiencia de forma virtual, pues ya cumple una condena en España por la muerte de los jesuitas españoles.
Los abogados defensores de Cristiani, el exdiputado Rodolfo Parker y los militares retirados Juan Orlando Zepeda y Joaquín Arnoldo Cerna pidieron que fueran declarados en rebeldía bajo el Código Procesal Penal de 1998, lo que daría como resultado que el caso fuera archivado.
Sin embargo, el magistrado actuante rechazó la petición alegando que se trata de cargos por crímenes de guerra y lesa humanidad. «Pesa más el derecho de conocer la verdad» y «no hay razón para declarar la rebeldía y procede continuar con la audiencia», indicó el juez.
La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de la mayor ofensiva guerrillera registrada durante la guerra civil salvadoreña, un comando élite del Batallón Atlácatl, creado en 1980 en la Escuela de las Américas del ejército estadounidense, que estaba localizada en Panamá, ejecutó la masacre.
Las víctimas fueron los españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Amando López y Juan Ramón Moreno y el salvadoreño Joaquín López, la trabajadora de la UCA Elba y su hija de 16 años, Celina Ramos, ambas salvadoreñas.
El proceso coincide con una jornada de recordación y denuncia en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), donde fue cometido el crimen.
Allí una muestra expositiva “Huellas de la memoria”, altares a las víctimas del conflicto armado, busca visibilizar y rendir tributo a las víctimas del conflicto armado que dejó una estela de cera de 75 mil muertos y desaparecidos. (PL)
