El pasado sábado 16, el señor Joe Biden fue cuestionado en torno a la autorización que diera al uso de misiles de largo alcance contra Rusia.
Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*
Por respuesta dio la vuelta y sencilla e inexplicablemente caminó en dirección a la selva amazónica.
En torno a las 7am, hora de nuestro país, el pasado martes 19, en Brianzk, Karachev, en la Rusia profunda, un silo de municiones del ejército ruso fue destruido presumiblemente por misiles de largo alcance ATTACK MS.
Se impone una aclaración.
¿Por qué se le pregunta a Biden por el uso de tales armas si quien está en conflicto es Ucrania?
Ucrania es el títere, EEUU el titiritero.
Los tales misiles de largo alcance requieren de tecnología satelital para ser dirigidos y desplegados, así como localizarse en alguna de las 29 bases estadounidenses que rodean a la Federación Rusa, y consecuentemente ser manejados por personal técnico militar estadounidense, francés o inglés.
Ucrania carece de tecnología satelital o de los técnicos capaces de su manejo, por lo que las maniobras de emplazamiento, dirección y ejecución de los disparos de misil serán hechas por personal de cualquiera de estos 3 países.
Hasta ahora la implicación de los 30 países de la OTAN y sus 20 asociados ha sido dotando a Ucrania de financiamiento, equipamiento, adiestramiento, activos militares, e incluso transfiriendo a mercenarios, presentados como voluntarios que luchan a favor de Ucrania, cuando en realidad están siendo pagados, adiestrados y equipados por la OTAN.
El manejo de sus cadáveres es otra historia, pues cuando son muertos en el frente, aparentemente nadie asume nada para con esta carne de cañón.
Esto último porque de acuerdo a la propia inteligencia europea, en el momento actual hasta 3 cuartos de millón de efectivos ucranianos habrían sido abatidos por el ejército ruso.
Es gracias a esta dotación diaria de refresco occidental, que Ucrania puede seguir en la lucha.
En este escenario dantesco, en el que solo la mediática occidental sustenta la existencia de Ucrania, Biden, sin ataduras eleccionarias y respondiendo a los intereses del complejo industrial militar estadounidense, ha optado por autorizar el uso de este armamento.
El pasado lunes 18, Trump dirigió un mensaje a la nación en el que adelantó que hará cuando asuma la presidencia, procurando desescalar el conflicto.
Esto porque el uso de ese armamento contra Rusia, de acuerdo a la estrategia de la Mano Muerta rusa autorizada por el Premier Putin, supondrá una respuesta con un golpe demoledor de tierra quemada sobre toda Ucrania, para luego devastar a Inglaterra, Alemania y Francia, arrasando luego el resto de Europa, incluida España.
Todo habrá acabado en menos de 10 minutos.
Luego será el turno de EEUU, que, aunque en ese punto pueda responder junto a los submarinos sobrevivientes al primer golpe ruso, simplemente no sobrevivirá.
Un primer cálculo de bajas gira en torno a los 500 millones en los primeros minutos, todos en el hemisferio norte, para luego continuar la devastación hasta barrer con hasta un cuarto de la población global, provocando un invierno nuclear durante al menos 1 año, dejando en la completa desprotección a los sobrevivientes, que entonces envidiarán a los caídos [IAEA].
Hacia el final del mismo día martes 19, una vez confirmado que el ataque contra Brianzk fue lanzado por la OTAN, en torno a las 6pm hora de nuestro país, académicos, intelectuales, senadores, generales en retiro y activos de los EEUU impulsaron contra el señor Biden un Impeachment, invocando la enmienda 25, urgiendo a la Vicepresidenta la señora Kamala Harris, a destituirlo, por ser mentalmente incapaz de dirigir al país, por promover una guerra inconstitucional, y siendo el propio Francis Boyle, ex fiscal especial para crímenes de guerra del Tribunal Internacional en representación de los EEUU, quién presentó un proyecto ante el Congreso para iniciar un juicio político contra el señor Biden, y así evitar una 3ª guerra mundial.
A la misma hora, las unidades especiales rusas para el armamento nuclear ya se han reubicado perdiéndose de los radares occidentales, lo que anticipa el despliegue de ese armamento.
Mejor habría sido que occidente no cercara a Rusia, y menos provocara esta guerra.
Mejor será el respeto irrestricto a las leyes internacionales.
Mejor será la paz.
*Educador salvadoreño
