Los científicos filmaron a una planta «comunicándose» con su vecina usando un sofisticado sistema de compuestos transportados por el aire.
E stas señales químicas imperceptibles sirven a las plantas para repeler a los herbívoros y advertir a las plantas cercanas sobre posibles amenazas. Si bien los investigadores conocen estas defensas de las plantas desde la década de 1980, el mecanismo detrás de cómo las plantas reciben y responden a estas señales sigue siendo un misterio.
Para capturar esta filmación, los científicos utilizaron una bomba para transferir los compuestos emitidos por las plantas dañadas e infestadas de insectos a las sanas y utilizaron un microscopio de fluorescencia para observar las reacciones.
Los experimentos implicaron exponer las hojas de varias plantas a orugas y luego monitorear las respuestas de las plantas intactas a las señales de angustia emitidas por las dañadas. Las plantas se comunican entre sí como una estrategia de supervivencia para defenderse de las amenazas y optimizar su crecimiento.
Utilizan una variedad de señales químicas para transmitir información sobre las condiciones ambientales, como los ataques de herbívoros o la presencia de patógenos. Cuando una planta está bajo estrés, libera estas señales al aire y las plantas vecinas las detectan.
Esta comunicación permite que las plantas cercanas se preparen para posibles peligros desencadenando respuestas defensivas, como la producción de sustancias químicas para disuadir a los herbívoros o el fortalecimiento de las paredes celulares.
Las plantas también pueden comunicarse a través de redes subterráneas de hongos llamadas micorrizas, que comparten nutrientes e información sobre las condiciones del suelo. Estos mecanismos de comunicación ayudan a las plantas a adaptarse y prosperar en un entorno en constante cambio.