¿Has escuchado la expresión Zombieland?
Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*
No es un lugar particular, está en todas las ciudades de importancia de los EEUU, en las terminales principalmente.
Puedes preguntar a tus amigos o familiares que residan en aquel país.
Si lo haces, hazlo del siguiente modo: ¿Con que te encuentras cuando bajas a los andenes de la estación?, ¿A quiénes te encuentras?
Cuando aún no se había reordenado el centro de San Salvador, esquina opuesta del parque Hula Hula se encontró el mal llamado mercado negro, donde te encontrabas con personas que al verte cruzar te salían al paso y te preguntaban: ¿Que vende?, ¿Qué compra?
Lo mismo sucede en todas las terminales de importancia en EEUU, con la diferencia de que allá te venden fentanilo.
Sí, la misma droga por la que Trump amenaza a México con invadirlo.
Porque los EEUU son el mayor mercado de drogas del mundo.
Con el mayor número de personas asimiladas en su consumo.
De acuerdo a la American Addiction Center [AAC], hasta 2021 el 6% de la población entre los 12 y los 17 años sufren algún grado de trastorno derivado del consumo de esta droga, destacando que el número de fentaadictos está creciendo exponencialmente año con año, y que se ve reflejado en la muerte de hasta el 64% de estos consumidores, lo que ha llevado a ciudades como Portland, a declarar el estado de emergencia por 90 días en este preciso instante, en un esfuerzo dirigido a atajar su consumo [ONDCP/EEUU].
Y es que, el fentanilo es 90 veces más potente que la heroína, lo que explica el rápido desarrollo de su adicción, que se ve reforzada en el lobby que las farmacéuticas realizan ante el senado, dirigido a liberalizar un verdadero mercado desregulado que fomenta el consumo de drogas legales, con el solo ánimo de enriquecerlas.
Dicho de otro modo; a la idiosincrasia liberal que promueve entre los jóvenes la experimentación irrestricta con la novedad, la violencia cultural asociada al uso de armas, a la generalizada decadencia que padece los EEUU reflejado en la descomposición de la familia, pérdida de empleos, y la consecuente pérdida de valores, la juventud en general, sin modelos apropiados a los que seguir, simplemente a caído en una deriva de valores que encuentra en el consumo de drogas, un escape que les hace olvidar ese sinsentido en el que un buen porcentaje de esta se encuentra, y para la que los EEUU no responde atacando sus causales, es decir, abordando el hecho de que su propia descomposición soportada entre otros en el superlativo de que es el reino de los valientes, los hace volver la vista, y pasar por alto esa elemental regla del mercado que siempre ha sido su justificación para apropiarse lo ajeno: seguirá habiendo oferta si sigue habiendo demanda.
Y los EEUU conforman en este negocio, la mayor demanda para el consumo de drogas.
Sin atacar sus causales, no tiene los EEUU ninguna oportunidad ante este desafío.
*Educador salvadoreño
