Hace una década, el país importó el 85% de los alimentos; hoy en día, produce el 97% de lo que consume
E n 2024, Venezuela alcanzó un hito histórico en la producción agrícola. Datos oficiales indican que, este año, el país ha alcanzado el hito del 97% de la demanda de alimentos con producción nacional. Esta haza extraordinaria contrasta con la situación de hace diez años, cuando se importaba el 85% de los alimentos.
El presidente y electo Nicolás Maduro ha celebrado el avance como parteaguas de la historia del país, señalando que es la primera vez en 120 años que Venezuela alcanza este nivel de independencia alimentaria. Atribuyó el éxito a políticas públicas consistentes como Gran Misión AgroVenezuela (GMA) y los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Después de las crisis económicas provocadas por las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela, el país enfrentó una crisis de suministro por dependencia alimentaria. Desde entonces, las autoridades venezolanas han encontrado en soberanía una forma de abordar el problema.
El aumento de la producción de alimentos esenciales es visible. La cosecha de maíz, por ejemplo, alcanzó las 1.360.000 toneladas en 2024, un crecimiento del 2,2% respecto al año anterior. La superficie sembrada también se ha ampliado, pasando de 310.000 a 350.000 hectáreas.
Otro punto destacado es el crecimiento del 26,5% en la producción de caña de azúcar en 2023, con un total de 3.554.000 toneladas. La producción de café subió un 36% en el mismo periodo, alcanzando las 896.000 bolsas.
Además de los cultivos tradicionales, la diversificación agrícola ha desempeñado un papel crucial. La producción de pescado y la acuicultura aumentaron un 13% en 2023, alcanzando las 244.170 toneladas métricas, fortaleciendo tanto el consumo interno como las exportaciones.
El sector agrícola representa ahora el 30% de los empleos en la población económicamente activa, contribuyendo significativamente al crecimiento del PIB venezolano, que se espera alcance el 8% en 2024. La revitalización del campo también redujo la migración rural-urbana, impulsando un desarrollo equilibrado entre regiones.
Los programas de distribución, como los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), han jugó un papel vital, con el objetivo de entregar alimentos 100% nacionales a la población.
Fuente: revistaforum.com.br
