El imaginario religioso de los millennials y centennials

El doctor Fabián Acosta Rico, profesor e investigador de la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA), Guadalajara, Jalisco, realizó una investigación sobre el imaginario religioso de los millennials y centennials en el Área Metropolitana de Guadalajara, para la que contó con la colaboración de Rubén Moreira Valdez, estudiante de teología de la universidad.


Por: Rubén Aguilar Valenzuela


En 2024, Morieria Valdez presentó su exámen para obtener el título de licenciado en Teología donde expuso y defendió el Informe de Experiencia como Asistente de Investigación: Millennials y centennials, análisis de su imaginario religioso. Aquí pienso discutir ese texto.

Los millennials y centennials

En el documento se establece que el sujeto de investigación está constituido por millenials y centennials; o generaciones Y y Z, respectivamente; los primeros nacidos entre 1981 y 1996; los segundos, entre 1996 y 2005.

Se parte de reconocer que estas generaciones consideran dogmática e insuficente, para satisfacer su busqueda espiritual, la tradcición religiosa en la que fueron formados y que por lo mismo han migrado, de manera total o parcial, hacia “una novedosa e indudable forma de búsqueda de la divinidad”, pero alejada de “la rigidez de las religiones establecidas, para buscar otras opciones de espiritualidad entre una diversidad de creencias englobadas en los conceptos esoterismo de masas”.

La investigación

La investigación se propone como objetivo central describir, entre millennials y centennials, las nuevas religiosidades emergentes en el Área Metropolitana de Guadalajara, Jalisco, y saber con ello si, a partir de estas influencias, está surgiendo otro tipo de religiosidad, en las que al parecer prevalecen la pluralidad, el uso de tecnologías y la laxitud religiosa.

Los objetivos secundarios fueron: conocer qué credos y praxis religiosas imperan entre los sujetos de estudio; sondear cuáles de las tradicionales formas de lo sagrado persisten en su núcleo duro creencial, así como analizar en qué medida han entreverado su bagaje religioso original con otras creencias o cultos.

La investigación contempló métodos cualitativos y cuantitativos. Se realizaron veinte entrevistas a profundidad a millennials y centennials; taumbén una encuesta —Estudio de Opinión sobre Hábitos Religiosos entre Jóvenes Residentes del Área Metropolitana de Guadalajara— levantada por la empresa Consulta Mitoksky a ochocientos jóvenes de catorce a treintaicinco años, entre el 21 y el 26 de enero de 2022. La encuesta contempló diecinueve preguntas, que se pueden ver al final del texto.

El diseño de la muestra contempló que fuera representativa de las edades, la formación religiosa y los consumos culturales de contenidos religiosos, pseudo religiosos, espirituales o pseudo espirituales, y que tuviera validez para obtener proporciones y porcentajes que reflejaran confiablemente la realidad. La encuesta debería arrojar el perfil religioso del joven tapatío urbano de las generaciones millennials y centennials.

El abordaje

El abordaje de la investigación es antropológico-cultural, pero también cuenta con una reflexión de carácter teológico. Se contempla la realidad del fenómeno mundial donde mengua la religiosidad en aras de creencias diversas contenidas en el concepto general de esoterismo de masas.

En el texto se afirma que “este nuevo patrón de laxitud religiosa proviene no sólo de la exposición continua a los productos de la tecnología, como las redes sociales, sino al fenómeno cultural que la acompaña, pletórico de neomitologías insertas en un universo literario fantástico de consumo masivo, que van desde las novelas, comics, mangas, películas, series de televisión, caricaturas, hasta animés y videojuegos”.

Los millennials y centennials son una generación que hoy abandera y expande con mayor fuerza lo que las anteriores generaciones concibieron y comenzaron a desarrollar: igualdad, no discriminación, justicia social, libertad de expresión y creencia, democracia participativa, responsabilidad ambiental, entre otras.

Ellos maximizan posturas libertarias que contemplan la lucha por los derechos civiles, el derecho a un medioambiente sano y el respeto a las preferencias sexuales. Estas generaciones también pueden trasladar la protesta de las calles a las redes; y los agentes que discriminan —gobiernos, iglesias o partidos políticos— pueden ser cuestionados desde millones de ordenadores o teléfonos celulares.

Son generaciones que quieren vivir a toda prisa, con la consecuencia que un ritmo acelerado conlleva: la necesidad, generalmente insatisfecha, de que los sueños se realicen al instante, porque en sus referentes (influencers, modelos y cantantes, entre otros) sólo se aprecia el éxito, pero no el camino realizado. La tecnología, por otra parte, les da acceso preferencial a textos breves, muchas imágenes y videos que en pocos minutos pretenden responder preguntas profundas y resolver conflictos vitales.

La investigación asume que la laxitud creencial y pluralidad religiosa es un proceso histórico y social que conlleva el abandono gradual de las ancestrales formas y praxis de lo sagrado, propias de la religiosidad antigua. En ese fenómeno están presentes: un sentido de integración al cosmos; la idea de que la naturaleza está inmersa en el ámbito de lo sacro y la confianza en que las divinidades dispensan todo tipo de bienes a cambio de la reciprocidad humana.

Los resultados

La encuesta muestra que el entorno religioso en el que se mueven los millennials y centennials en un 94% de ascendencia cristiana, con mayoría católica de 76.4%. Los formados en el catolicismo son los que asisten menos a la iglesia con 27.9%, mientras que los cristianos tienen un alto índice de asistencia con 57.2%, y los protestantes todavía más, 61.2%.

De los encuestados, el 63% dice no creer, el 29.6% sí cree y el 6.1% no sabe. En la astrología no cree el 73.7%, sí cree el 21.3% y no sabe el 5%. En la brujería no cree el 74.4%, sí cree el 20.4% y no sabe el 5.2%. En la magia no cree el 76.8%, sí cree el 18.7% y no sabe el 4.5%. En las limpias no cree el 79.2%, sí cree el 16.5% y no sabe el 5.8%. En el Tarot no cree el 80.5%, sí cree el 13.7% y no sabe el 5.8%.

Los integrantes de ambas generaciones, de manera frecuente u ocasional, consulta su horóscopo. El 25.7% usa amuletos; el 16.1% practica meditación; el 14.6% se realiza limpias; el 10.8% hace yoga; el 9.8% recurre al Tarot u otras mancias; el 8%; acude a temazcales; el 7.9% el hace feng shui.El 40% cree en la reencarnación; el 31.8% de los millennials y el 34.5% de los centennials no creen.

La encuesta muestran que, entre los practicantes de religiones cristianas, los católicos se sienten menos espirituales que los demás, y que son más propicios que otros practicantes cristianos a asimilar creencias asociadas al esoterismo de masas, en el que coexisten, en diversos grados y sincretismos, nociones cientificistas, gnósticas, orientalistas y paganas. Muestra también que los centennials son ligeramente más permeables a las nuevas creencias y prácticas que los millennials.

Los resultados de las entrevistas y la encuesta permitieron apreciar que millennials y centennials del Área Metropolitana de Guadalajara asimilan en diversos grados, igual que millones de sus coetáneos en otros sitios de México y en el mundo, nuevas creencias religiosas y espirituales producto de una posmodernidad dominada por la tecnología. Y muestran que el sincretismo y eclecticismo religioso constituye la clave para entender las formas en que estos jóvenes asimilan nuevas creencias. Explican la gestación de una nueva forma de religiosidad, pero también, desde el punto de vista teológico, ayudan a entender por qué las nuevas generaciones tienen menos apego a su fe y sus rituales.

La información cuantitativa arrojada por la encuesta de Mitofsky revela que, lejos de consolidarse el ateísmo o el agnosticismo entre las nuevas generaciones, en particular entre millennials y centennials, éstas caminan hacía nuevas religiosidades muy distintas a las practicadas por sus antecesores: menos leales a un solo culto, más eclécticas y laxas, pero no del todo despegadas del núcleo duro creencial.

Conclusiones

El estudio muestra que en el Área Metroplitana de Guadalajara, entre millennials y centennials, el fenómeno más notorio es la migración del catolicismo a otras religiones de credo cristiano, y que la incorporación de otro tipo de creencias denominadas esoterismo de masas es una realidad creciente, que forma parte de las transformaciones que conlleva el constante cambio del mundo, y que son irreversibles.

Una de las conclusiones, donde convergen el enfoque antropológico cultural y el teológico, es que las religiones y la religiosidad están lejos de desaparecer. Está en marcha una transformación cultural en el ámbito religioso, que tiende a subvertir los viejos paradigmas. Es claro que existe una búsqueda de distintas religiosidades en todo el mundo.

La reflexión teológica que hace el autor del texto plantea que  a lo largo de la historia el ser humano ha buscado el encuentro con Dios y que en ese proceso ha construido diversas maneras de acercarse a él. Estamos frente a una situación que no es nueva; sólo distinta, caracterizada por la accesibilidad completa e inmediata de esa amplísima variedad de creencias, aunque alejadas de sus fundamentos por la superficialidad con la que son asimiladas.

Fuente: redaccion.nexos.com.mx

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