Para esta reflexión es importante mencionar que el 13 de noviembre del 2024 la presidenta Claudia Sheinbaum se había reunido en Cuautitlán Izcalli, Estado de México con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Por: Karen Lisseth Trejo Rodríguez
En este encuentro se expresó la preocupación que hay sobre la situación que padece el país en materia de seguridad, además se acordó una alianza entre el estado y la iglesia, esto con finalidad de reducir la violencia, este programa se llama “Sí al desarme, sí a la paz”, el cual entrará en acción el día 10 de enero de 2025 e iniciará en la Basílica de Guadalupe, el programa consta en canjear armas por dinero y estará coordinado por la Secretaría de Gobernación en conjunto con las Iglesias.
Ahora bien, es interesante observar la unión que hay entre el Estado y la Iglesia, pues parece que hay una participación entre ambas instituciones, lo que lleva a preguntarse si realmente hay una división entre ambas, además se logra apreciar el providencialismo, el cual es entendido como la creencia en que Dios tiene un plan y el creyente contribuye a llevarlo a cabo, (Vilchis, 2020, retomado de Glazier, s/f) o al menos es lo que se identifica, pues se sabe que en México el catolicismo es la religión con mayor número de creyentes, sin embargo, es preciso indicar que de acuerdo al tipo de arma entregada se dará una cantidad específica por la misma, esta suma puede llegar a los 26 mil pesos, además con este programa se busca “prevenir y disminuir las lesiones, muertes accidentales, homicidios, feminicidios… y cualquier otro delito o expresión de violencia en general, como producto de la manipulación o uso de armas de fuego”, (Diario Oficial de la Federación, 2025), por lo tanto es indiscutible mencionar que en “México el primer contacto moral es la iglesia, incluso esta se puede encontrar sobre el propio poder de Estado, ya que existen comunidades y poblados en los cuales no hay una autoridad política sino religiosa, por lo tanto esta idea de que la iglesia tenga injerencia en la comunidad ayuda a controlar lo que entra y sale de la misma”, (Trejo, 2024).
Finalmente, este tipo de alianzas son interesantes, pues como se sabe el gobierno actual tiene una corriente de izquierda y se tiene la idea de que las instituciones religiosas son punto y aparte respecto a los asuntos del Estado, sin embargo, se ha identificado que la iglesia ha participado de forma activa en este gobierno, lo que lleva a cuestionarse lo siguiente, ¿la izquierda se ha vuelto una derecha moderna? Y ¿qué impacto positivo y negativo tendrá este programa en los creyentes y no creyentes tanto del lado de la izquierda y de la derecha?
*FES-Acatlán / UNAM – México