El Salvador, junto a Panamá, son las únicas dos naciones de Centroamérica sin incrementar el salario mínimo en 2025, destacan medios de prensa.
Ambos países son vistos como las “ovejas negras” en un renglón que afecta a pobladores y habla mucho del desempeño de sus economías, según expertos.
Una reseña del diario El Mundo afirma que los países en Centroamérica ajustaron por encima de un dos por ciento el jornal mínimo en 2025, a excepción de El Salvador y Panamá.
Precisó la publicación que en el caso de esta nación, el salario mínimo para el sector de comercio, servicios, industria, ingenios azucareros y otras actividades industriales es de 365 dólares desde agosto de 2021, pero sectores menos favorecidos como el de beneficio de café que ronda los 272.66 dólares.
En zonas rurales la situación es más crítica pues los recolectores de caña de azúcar devengan al mes apenas 272.66 dólares y el sector agropecuario, pesca y otras actividades ronda los 243.46.
Una encuesta de diciembre de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas confirmó que el 95.1 por ciento de la población encuestada aseguró que es necesario aumentar el sueldo en general a todos los trabajadores.
Hasta este inicio de 2025 el llamado Pulgarcito de las Américas es, junto a Panamá, la única nación centroamericana donde no se incrementó la cantidad de dinero mínima que se paga a un trabajador, y eso, pese a que hay proclamas de avances en la economía, muestra todo lo contrario.
El actual gobierno incrementó la cifra en agosto de 2021, mientras en las naciones vecinas, desde entonces, se dieron incrementos de hasta un 43 por ciento.
Por ley en el país se debe incrementar el jornal mínimo cada tres años, algo que hace un equipo integrado por representantes del Gobierno, los patronos y los trabajadores, pero estos no se ven las caras desde agosto de 2022, y no fue necesariamente para subir los pagos.
Expertos como el economista Otto Rodríguez estiman que en la ausencia del incremento inciden varios factores, entre ellos, que el país cuente con una economía dolarizada, que esta sea la más precaria de la región y el poco crecimiento.
Comentaristas estiman, viendo esta situación, que el problema se dilatará en 2025 si se considera que el Fondo Monetario Internacional exigió al gobierno para concretar un préstamo, un ajuste fiscal, por lo que se descarta se utilicen recursos para estos fines.
Con la chequera mínima existente hoy, son pocos los salvadoreños que pueden sobrevivir, algo que muchos hacen gracias a remesas que reciben del exterior y que se utilizan fundamentalmente para el consumo de alimentos, pago de vivienda y otros servicios. Solo cerca de un cuarto de la población recibe remesas.
Según estimados, para una correcta canasta básica un ciudadano salvadoreño necesitaría al menos 500 dólares mensuales.
En general el panorama no es nada halagüeño, pues la deuda pública del país ya llegó a 32 mil 53 millones de dólares, y puede incrementarse con recursos que no necesariamente se destinarán a aumentar el salario básico. (PL)