ARGENTINA: «Turismo marrón”.
Por: Marcelo Valko.
Resulta evidente que a partir de la asunción de Milei emerge una galería de personajes desenfrenados que, en tanto síntoma, son un muestrario que evidencian un profundo malestar de la cultura argentina, donde las pulsiones desbocadas chocan con las normas establecidas en sociedad y que se expresan en conductas enfermas. Por ejemplo, que representantes de la democracia como son los diputados visiten a genocidas presos por delitos de lesa humanidad y que esa “visita a los viejitos” no tuviera consecuencias de la misma Cámara en el Congreso. Lo vemos con el negacionismo de lo ocurrido durante la dictadura por parte del gobierno; con el copio y pego de Milei de cualquier acción de Trump, en ignorar derechos de las personas como el quite de medicamentos gratis al PAMI, o vociferar insultos y amenazas del estilo “zurdos de mierda iremos por ustedes” y tantas otras cuestiones que sería extenso enumerar. Centrémonos apenas en una sola. Al parecer, en esta época “libertaria” el derecho de disfrutar de unos días de vacaciones en la playa debe estar acorde con el color de piel. Esto viene a cuento ya que el legislador del PRO Sergio Santana por Mar de Ajó, se lamentó que “este año llegó mucho turismo marrón, lamentablemente” (Perfil, 07/02/2025). Seguramente, hace más de un siglo, sus dichos estarían acorde al deseo de los señores dueños del país que consideraban al “populacho” siervos de la gleba, hoy, en 2025, sus conceptos expresan reminiscencias expresan una regresión bien cavernaria.
Las vacaciones frente al mar en nuestro país se inician en el último cuarto del siglo XIX. Mar del Plata la funda en 1874 el patriciado para el patriciado fue pensada como un sitio exclusivo, bien lejos de la gente de “baja estofa”. El mentor fue Patricio Peralta Ramos y pronto fue secundado por Enrique Torquinst, Pedro Luro, José Martínez de Hoz y demás gente de lo más rancio del jet set de entonces. Y dado que necesitaban llegar a la costa de manera rápida y confortable, un muy diligente Julio Roca les construye una línea férrea que se inaugura en 1886 que en principio solo funcionaba en época veraniega. Como lo demuestro en varios de mis libros, el general Roca fue su máximo y mejor empleado de toda la historia, ya que les entregó millones de hectáreas tras el genocidio originario para luego, promulgar a su pedido, las leyes más siniestras contra el movimiento obrero como fue, por ejemplo, la Ley de Residencia.
La alta sociedad iba a Mar del Plata a lucir sus galas, pavonearse con fiestas fastuosas y deslumbrar con sus fortunas, todo entre pares. El mar era apenas un pretexto al que más bien se le daba la espalda. Tengamos en cuenta que el traje de baño admitido por el reglamento de aquel entonces era “todo aquel que cubra el cuerpo desde el cuello hasta la rodilla”. Pensemos en lo tedioso que es bañarse vestido de tal manera. La idea del verano era divertirse en bailes, el hipódromo, tiro a la paloma, paseos en carruaje y el casino.
Era un micro mundo placentero como señalan medios de la época donde la selecta “sociedad congregada allí está a salvo de encuentros desagradables. Pertenecen sus componentes a una misma categoría y se halla exento de contrastes inconvenientes”. Era la vida de la belle époque. Se sentían cómodos y a sus anchas. Parafraseando a nuestro concejal de Mar de Ajó la “gente bian” no corría peligro de toparse con “turismo marrón”. Evidentemente, hay quienes extrañan ese mundo exclusivo y placentero de codearse con gente como uno donde todo brilla sin sombras. En la misma nota, cuando el legislador Santana del PRO cuando intenta aclarar, termina de irse a la banquina: “Cuando uno dice marrón, o negro o ‘negro de m’, lo que sea, lo dice no despectivamente hacia la persona sino acá (se toca la cabeza), de mente”. Sin embargo, no crean que este señor habla por hablar, también tiene propuestas como la siguiente y así dejar de ver un color que le disgusta: “Que vayan a veranear al Riachuelo de La Matanza” (Perfil, 07/02/2025).
Sin duda soplan aires nefastos. Mientras, Trump y su troupe culpan de todos los males a la ideología woke, buscan rediseñar el mundo, desde modificar el Golfo de México, adueñarse del Canal de Panamá hasta desalojar a los palestinos de la Franja de Gaza y crear una nueva Riviera del Medio Oriente. Ojalá que a nuestros copio y pego de cabotaje que nos gobiernan no se les ocurra alambrar la General Paz. Como planteamos en este mismo medio, la historia tiene flujos y reflujos. La historia no avanza de forma lineal, sino en ciclos que se repiten, avances y retrocesos. Más que nunca es momento de resistir al oscurantismo de un tiempo en el cual Milei, Trump, Musk son emergentes del espíritu de época. Siguiendo a León Felipe, agrego para terminar, la historia es larga, las estrellas no duermen y un día habrá rendición de cuentas. Es lento, pero viene…