Por: Karen Lisseth Trejo Rodríguez. *
“Lo religioso se reconfiguró bajo el principio moderno de la secularización: a cada uno sus convicciones, es decir, cada quien tiene su derecho públicamente reconocido a creer o no”, (Barranco, 2016:150).
Recientemente se ha comentado la nueva noticia que sacude la administración del presidente Donald Trump, pues el día 6 de febrero del 2025, durante un discurso se dio a conocer que se creará la Oficina de la Fe, la cual tendrá sede en la Casa Blanca, pues tiene la finalidad de buscar la defensa de la iglesia cristiana, de acuerdo con el mandatario la libertad religiosa “ha sido amenazada como nunca antes”, (Grande, 2025).
Ahora bien, considero prudente establecer el concepto de libertad religiosa, pues este se ha modificado con el paso del tiempo, ya que cada uno se ha ido adecuando a las necesidades de cada momento político, religioso y social, por lo que se define así;
“La libertad religiosa es el derecho que tiene toda persona de poseer la fe que desee, o ser ateo o agnóstico, como creencia interior, incluso poder cambiar de credo sin poder ser restringido ni por el Estado ni por asociación religiosa alguna. También la libertad religiosa otorga al individuo la facultad de exteriorizar esos sentimientos religiosos mediante la práctica del culto que cada religión tiene prevista”, (Barranco, 2016:206)
Entonces, teniendo en cuenta la definición anterior, es posible mencionar que no existe ningún tipo de respeto o de cuidado a hacia la Fe, es más un tema político que juega con lo más valioso que tiene un individuo, esto es la Fe, además es oportuno establecer que en este caso se denota le providencialismo, se entendide como la creencia en que Dios tiene un plan y el creyente contribuye a llevarlo a cabo, (Vilchis, 2020:06), para el caso norteamericano se refiere al decir que llegó a la presidencia porque Dios así lo quiso.
Ahora bien, con esta idea de defender la Fe y solo preocuparse por una religión, no hay sentido en torno al decreto de defender la libertad religiosa.
Finalmente, es preciso mencionar que la fe no solo es en tema religioso, sino que también se observa en el ámbito político, la diferencia radica en que la fe religiosa se refiere a servir a DIOS y la fe política es servir al gobierno o bien al Estado, en base a los intereses internos y externos de cada uno, por lo tanto, el cuestionamiento que se establece ahora es; ¿Donald Trump, defiende una Fe religiosa o una Fe política?
Referencias
Barranco, B. (2016). Las batallas del Estado laico: La reforma a la libertad religiosa. Grijalbo.
Grande, P. (2025, febrero 6). Donald Trump anuncia la Oficina de la Fe de la Casa Blanca en defensa del cristianismo. sdpnoticias. https://www.sdpnoticias.com/internacional/donald-trump-anuncia-la-oficina-de-la-fe-de-la-casa-blanca-en-defensa-de-la-iglesia/?fbclid=IwY2xjawITGUdleHRuA2FlbQIxMAABHSE34C7IbOxs4e0qd6UuMddWz3LBIownZ4jataBkqlKuc5DO1BHJHUqSqQ_aem_VJISoiH-4XLvzItlAjjIQw
Vilchis, Eduardo. (2020). Participaré… si Dios quiere. Influencia de las creencias religiosas sobre la participación política de los católicos en el México del siglo XXI. Política y Cultura, (54), 11-36.
*FES Acatlán / UNAM – México