Por: MIGUEL BLANDINO.
Desde hace un tiempo el gobierno neofeudal de El Salvador ha tenido como práctica sistemática el cierre de las instalaciones educativas del sector público salvadoreño.
Recuerdo la histórica Escuela Najarro, que se ubicaba en la popular colonia homónima del municipio de Mejicanos -a unas cuantas cuadras de la ciudad capital salvadoreña, no en la selva perdida- y cuya clausura definitiva ocurrió hace trece meses, según publicaron los medios locales el 13 de enero del 2024.
Sin aviso previo, simplemente un día se pusieron los candados y ya nadie volvió a ocupar las aulas. Todo el alumnado estaba inscrito desde que finalizaron las clases del año lectivo 2023, dos meses antes.
Valga desde el principio apuntar que en todas las escuelas del sistema público del Ministerio de Educación la matrícula del alumnado es rutinaria, todos los de año cursado son inscritos para el año siguiente. Incluso se entrega la lista de útiles escolares y materiales que cada familia debe comprar, desde hojas de papel bond, folders, incluyendo rollos de papel higiénico, toallitas húmedas, y otros artículos de limpieza. Cosas como esas que toda escuela necesita, pero que el gobierno musulmán ha eliminado del presupuesto general de la nación.
Todo era normal incluso durante la primera semana de trabajo del personal docente y dirección escolar. Todos esos trabajadores del sector educativo regresaron a la escuela para preparar el inicio del año lectivo, después de sus merecidas vacaciones, cuando les dijeron que ya no había escuela “por falta de matrícula”.
¡A nadie le avisaron que aquella escuela que había servido por más de medio siglo iba a desaparecer y que 2023 había sido el último año de su larga y valiosa existencia!
Pero esa no fue ni la primera ni la última escuela que ha destruido bukele en sus venenosas y letales administraciones del país, la legal y la inmoral.
Por ejemplo: los medios publicaron en mayo de 2024 que “Los alumnos de dos centros educativos del distrito de Apaneca, en Ahuachapán Centro, están recibiendo sus clases semipresenciales debido a que la Dirección de Obras Municipales (DOM) demolió sus instalaciones para ampliar el área del parque 2 de Abril.”
El reportero Carlos López Vides había publicado desde el año anterior (2023) una nota que decía “DOM demuele escuela de Apaneca sin dar información a ciudadanía ni alcaldía
El C. E. General Francisco Menéndez fue demolido desde el 4 de septiembre. Hubo traslado de estudiantes y docentes para recibir clases en un hotel; no saben si les harán una nueva escuela.”
Lo cierto es que un kinder y el Centro Escolar Francisco Menéndez fueron derribados porque el Parque 2 de abril era una de las locaciones del concurso de miss universo y las tomas para la televisión incluían una perspectiva de la belleza natural que rodea la pequeña ciudad, pero los edificios de las escuelas obstruían la visibilidad para que el video publicitario quedara perfecto.
Las 82 misses disfrutaron unos días después del derribo de las dos escuelas de la belleza de la ruta turística de Las Flores y se tomaron fotos en el parque sin las estorbosas escuelas como fondo.
Pienso que ni ellas ni el carísimo productor del video ni el ministerio de turismo recuerdan aquella apacible mañana rodeada de bosque cafetero.
¿Y los niños de esa zona semirural? ¡A bukele no le importan los niños pobres!
“Miss Universo 2023 fue la 72.ª edición del concurso Miss Universo. Se llevó a cabo en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda, San Salvador el 18 de noviembre de 2023”, decía la prensa salvadoreña un mes después de la drástica medida contra el sistema educativo nacional.
A esta fecha de 2025, a un mes y medio del inicio de un segundo año lectivo sin sus escuelas, la mitad de los alumnos damnificados tienen clases dos días (lunes y miércoles) en un hotel, la otra mitad otros dos días (martes y jueves) y cada dos semanas a cada grupo les toca ir al hotel los días viernes. O sea, tienen solo diez días de clase cada mes del año lectivo.
Pero eso sí, los turistas van a tener un parque nuevo, amplio y bonito en la Ruta de Las Flores. El nuevo El Salvador de bukele no necesita escuelas.
Lo mismo sucedió a los pobladores del Canton Apulo, en las estribaciones del Lago de Ilopango, a solo doce kilómetros de la capital.
La nota del 8 de enero pasado aparecida en La Prensa Gráfica dice: “El cierre de la escuela fomenta la deserción escolar: padres de familia.
La comunidad de Amatitán, en Apulo, enfrenta el cierre de la escuela Ignacia Cruz Castro…”
Y, en pleno centro de San Salvador, casi frente a la Plaza Libertad, a dos cuadras de la Catedral Metropolitana, la Escuela República de Argentina cerró sus aulas al finalizar el año lectivo en noviembre pasado. El motivo: la familia del tirano va a construirse un estacionamiento de varios pisos a una cuadra del lujoso restaurante que se ha regalado frente al Palacio Nacional. Estacionamientos son un súper negocio en una ciudad en la que ya no caben los automóviles.
¿Y los estudiantes? ¡Que sean creativos y busquen otras opciones que no requieran estudio! Ya lo dijo una diputada del partido de la familia gobernante: “¿para que quieren ir a perder tiempo en una universidad si al final no van a encontrar trabajo? ¡Que aprendan albañilería o carpintería o cualquier oficio que no necesite diploma!
Pero ya no solo los docentes, alumnos y padres de familia se quejan por el desprecio bukelista por la educación pública. También las representaciones diplomáticas de los países donantes se han quejado de la política anti educativa que de modo sistemático se ejecuta en El Salvador.
La nota de La Prensa Gráfica recoge el comunicado de la Embajada de Alemania, y dice: “La Embajada de Alemania en El Salvador se pronunció este miércoles 19 de febrero a través de su cuenta de Facebook respecto a la decisión del Ministerio de Educación (MINED) de cerrar el Centro Escolar de la comunidad El Bambú, en Izalco, Sonsonate Este, que había sido remodelado con su apoyo.”
La embajada del payaso fraudulento Milei no dijo nada cuando bukele ordenó acabar con la Escuela República de Argentina, quizás porque nunca han pensado dar un cinco por la educación y más bien le aplican la motosierra al sistema educativo argentino. Pero los alemanes valoran en mucho las casas del saber y del conocimiento. Para ellos, los descendientes de Gutenberg y de Martín Lutero, de Hegel y de Marx, un libro es la verdadera herramienta del progreso de los pueblos y el arma principal de la revolución social.
Por el contrario, la familia bukele ha comenzado a abrir escuelas confesionales musulmanas. Son quince para empezar a embrutecer a la gente, poco a poco quieren ir avanzando hasta ver que los salvadoreños se van a postrar de rodillas y a tumbarse de panza cuando pasen las caravanas de carros blindados de la familia real.
“Allahu Akbar”, en vez de ¡Hacia la libertad por la Educación y la Cultura!