Ucrania, crónica de una muerte anunciada.
Por Igor Iván Villalta Sorto*
“Ser enemigo de Estados Unidos es peligroso, pero ser amigo es fatal”. Henry Kissinger
Estados Unidos ha usado a Ucrania, ahora la bota a la basura. El “líder” ucraniano Volodímir Zelenski que cada día pierde más poder y control de la guerra y del país, que lanza su desesperada voz al mundo y nadie lo escucha. Acusado por sus antiguos socios de ser el responsable de la guerra, solo el hecho de responsabilizar a un individuo de una guerra es una idea errónea y manipuladora.
Las guerras no se dan espontáneamente, detrás de todo conflicto bélico existen actores que manipulan las confrontaciones, de acuerdo a sus intereses. La guerra en Ucrania inicia por la violación de parte de los promotores de la guerra en Europa y presiones de Estados Unidos, con el fin de establecer una guerra en Europa que le permitiera debilitar a Rusia. Por tanto, los vasallos europeos se burlaron de los acuerdos de Minsk.
Los lideres de la guerra en Europa después confesaron que los acuerdos de Minsk solo fueron un pretexto para preparar y armar a las fuerzas ucranianas. Antes que se diera la guerra, Zelenski estuvo negociando con Putin, pero fue presionado por el entonces primer ministro británico Boris Johnson para que cerrara las negociaciones y los acuerdos a los que se estaban llegando. Los acuerdos con Putin eran mucho mejores para Ucrania, que lo que ahora se está negociando, sin Ucrania.
Ahora no se sabe si Zelenski está interesado en el futuro de Ucrania o en salvar su pellejo, anda clamando que lo tomen en cuenta en las negociaciones, que le proporcionen un lugar seguro para él y su familia, cuando toque aquello de rendir cuentas. Ahora los señores de la guerra como Donald Trump se sienten compungidos por tanto muerto en Ucrania, lanza llamamientos al mundo para detener la guerra. Mientras voltean la mirada cuando se trata de parar los inmisericordes bombardeos en contra de la población indefensa de mujeres y niños en Palestina.
Lo más irónico del caso, es que, si se logran los acuerdos que serán muy espinosos y requerirán de mucho tiempo, podremos ver a Trump recibiendo en Oslo el premio Nobel de la paz.
Lo mismo que sucede con Zelenski, no se sabe su Donald Trump lo que desea es la paz en Ucrania o que le entreguen a los Estados Unidos el 50% de sus recursos naturales por tiempo indefinido. Estados Unidos a sufragado la guerra aportando a Ucrania 300,000 millones de dolares. Ahora quiere 500,000 millones de dolares. Buen negocio, no creen.
Los recursos minerales que tiene Ucrania no son poca cosa, posee las famosas tierras raras -constituidas por 17 elementos químicos- estos son indispensables para la elaboración de equipos tecnológicos de última generación. Entre otros tenemos el lutecio, primordial para las pantallas LED, esenciales para las cámaras de vídeo, teléfonos celulares, tables, relojes, computadores y otros.
Otro elemento importante para los materiales con el cual se fabrican aviones militares de alta velocidad y naves espaciales es el Titanio, que Ucrania posee el 7% de las reservas mundiales. El gran problema es que en la extracción de las tierras raras se tienen altos grados de contaminación y que la mayor área, en donde se encuentran estas riquezas minerales, actualmente están controladas por Rusia. Se calcula que las reservas minerales en Ucrania alcanzan un valor en el mercado de 15 billones de dólares.
Además de eso contiene las mayores reservas de litio de Europa, indispensable en la fabricación de autos eléctricos y baterías recargarles. También posee uranio elemento importante como combustible nuclear. Indudablemente esto va a ser motivo de negociación. Zelensky pretende utilizar esos elementos en las futuras negociaciones sin tener control de los territorios en donde se encuentran la mayor parte de estos minerales.
En cuando a las negociaciones del fin de la guerra, debemos tomar en cuenta una cantidad de elementos importantes. No todo es la situación militar en el terreno y eso que se entre a un proceso de negociación del conflicto no quiere decir que se va a detener la guerra. Los intereses de Rusia y Estados Unidos están muy bien definidos y claros. A los Estados Unidos le interesa que el conflicto finalice lo más pronto posible o al menos que baje de perfil.
Ya que quiere dirigir todos sus esfuerzos contra China, promoviendo una guerra proxi o híbrida en contra su principal competidor comercial, el gran productor mundial. Hay que echarlo de Panamá, en el Ártico tiene gran importancia Groenlandia que también posee tierras raras y Canadá. Sobre la mesa de negociaciones están las sanciones en contra de Rusia, por eso a Trump le interesa que el oso regrese a conformar el G-7 que pasaría a ser G-8.
Con el conflicto y las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa a Rusia, esta última ha demostrado que sobrevive sin Europa y Europa se ha visto muy afectada al no tener el suministro permanente de materias primas baratas. Infortunadamente para Europa se tiene la percepción que estamos próximos a firmar un nuevo acuerdo de Yalta, pero ahora sin la participación europea.
Para los olvidados en estas negociaciones que ahora reclaman participación y que Estados Unidos ha querido calmar diciéndoles que van a participar, de seguro van a ser tomados en cuenta cuando todo este consumado.
*Biologo investigador