Libro: LAS SOCIEDADES SECRETAS

POR: JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO

Las sociedades secretas nutren el núcleo central de funcionarios de los gobiernos más importantes del mundo. Asimismo, mantienen gran influencia sobre la política y las elecciones nacionales. El propósito de las sociedades secretas es hacer realidad un gobierno mundial, a través del control corporativo y financiero. El escritor estadounidense Jim Marrs en su libro “Las Sociedades Secretas”, afirma que se pueden detectar rastros de las sociedades secretas en todo conflicto y en todas las guerras del siglo veinte.

El informe de Iron Mountain, publicado en mil novecientos sesenta y siete, refleja la forma de pensar de las sociedades secretas. Por ejemplo, ante la escasez de alimentos en los países sobrepoblados de África, Asia y Latinoamérica, recomienda que no se debería, ni siquiera, intentar salvar a la gente. Igualmente afirma que, algunos conflictos armados son necesario y otros no parecen tanto, pero, todos hacen más factible crear un gobierno único mundial.

La élite y las sociedades secretas buscan poder, enriquecimiento y el desarrollo de algún programa oculto. Marrs nota procesos promovidos por sociedades secretas en la Revolución Francesa, en la Revolución y en la Guerra Civil Americana. Y afirma que de acuerdo a la historia documentada por los illuminati italianos, las sociedades secretas están empeñadas en subvertir a todos los gobiernos y religiones.

Aunque el Conde de Saint-Germain llevo conocimientos del antiguo oriente a la francmasonería, el hilo de ese conocimiento antiguo les llego por medio de los Caballeros Templarios. Quienes en un principio protegían a los peregrinos que acudían a Jerusalén, luego, excavaron donde había estado el Templo de Salomón y lo que encontraron lo transportaron a Europa, escondiéndolo en Rennes-le-Chateau. Investigadores concluyen que encontraron textos y artefactos que podrían haber destruido las tradiciones de la Iglesia Católica. Los Cátaros, movimiento cristiano de carácter gnóstico, reforzaron sus creencias religiosas a partir de los descubrimientos de los templarios. La tradición cátara habla que María Magdalena llego a Marsella con los hijos de Jesús, quienes establecieron matrimonios con los francos, resultando de ellos la dinastía merovingia. El Papa Inocencio III los persiguió militarmente y por medio de la Cruzada Albigense termino aniquilándolos.

Mientras luchaban en las cruzadas, los Caballeros Templarios adquirieron conocimientos esotéricos, gran parte de estos, procedentes de la secta ismaelita “Los Asesinos”. En mil tres cientos siete, el Rey Felipe IV de Francia y el Papa Clemente V, ordenaron la extinción de la orden de los monjes guerreros. La flota templaría, atracada en La Rochelle, se llevó los documentos “secretos” descubiertos en Jerusalén. Algunos cruzaron el atlántico ciento ochenta y cinco años antes de Cristóbal Colón. Otros templarios huyeron a Escocia, donde sus tradiciones pervivieron y llegaron a imbricarse en el Rito Escocés de la Francmasonería. En otras naciones, los templarios fueron absorbidos por otras sociedades secretas y otras órdenes religiosas.

Por el “misterio” vinculado a Rennes-le-Chateau, comuna francesa del departamento de Aude, en el área del Languedoc, donde el párroco François Bérenger Sauniére, en mil ochocientos noventa y uno, encontró unos documentos ocultos relacionados con el árbol genealógico de los descendientes de Jesús, se sabe que el cerebro detrás de los Caballeros Templarios era El Priorato de Sión. Marrs manifiesta que las antiguas y modernas sociedades secretas como la Comisión Trilateral, Consejo de Relaciones Exteriores y el Club Bilderberg entre otras, se muestran interesadas en asuntos políticos, en dinastías monárquicas, en religiones y en la espiritualidad. El autor afirma que el secreto de los secretos, es decir, el conocimiento oculto transmitido por las Escuelas de Misterio y las Sociedades Secretas es, que la humanidad no está sola en el universo y que inteligencias no humanas, pueden haber tenido algo que ver en nuestra creación. Considera que las antiguas historias sumerias y mesopotámicas nos han llegado a través de miles de años, en textos o por tradición oral, por tanto, es difícil creer que no están algo distorsionadas o deliberadamente tergiversadas.

Pero la explicación sumeria de la creación y origen del hombre es plausible. Los extraterrestres cogieron a nuestros ancestros primitivos y los alteraron genéticamente, para convertirlos en fuente de mano de obra. Para mantener el control sobre la tierra, los extraterrestres crearon una raza dirigente hibrida reptil-humana, que se instaló en el oriente medio y en el lejano oriente y con el tiempo han expandido su poder a lo largo del planeta. Les proporcionaron conocimientos mediante las Escuelas de Misterio y otras formas de ocultismo.

Estas elites alimentan conflictos interminables, fomentan la decadencia espiritual e imponen condiciones existenciales extremas. Posibles explicaciones de este comportamiento son que acumulan riqueza y poder, para entrar en contacto con inteligencias no humanas o ya han conseguido contacto y están siendo guiadas o conducidas por ellas. Marrs llama a desconfiar de líderes que engañan, manipulan o por la fuerza, intentan movilizar a la población en direcciones no beneficiosas.

La principal técnica de manipulación masiva de las élites es el método problema-reacción-solución. Consiste en crear un problema y acusar a alguien directamente por ello, difundirlo tal como interesa que sea escuchado, visionado e interpretado. El público reacciona creyendo que algo debe hacerse y se ofrece una solución al problema creado. Noam Chomsky, lingüista estadounidense, presenta otras estrategias de manipulación que utilizan las élites. La estrategia de la distracción consiste en desviar la atención de los problemas más importante mediante entretenimientos e informaciones irrelevantes. Para aceptar una medida inaceptable, hay que aplicarla a cuentagotas. Para hacer aceptar una decisión impopular, hay que presentarla como “dolorosa y necesaria”. Cuanto más se intenta engañar al espectador, más debe tender la publicidad a adoptar un tono infantilizante. Para un cortocircuito racional y crítico, hay que utilizar el registro emocional. La calidad de la educación, principalmente a las clases inferiores, debe ser la más pobre y mediocre posible, así serán incapaces de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control. Hay que hacer creer al público que ser estúpido, vulgar e inculto es la moda. Hay que hacer creer al individuo que él es el único culpable de su desgracia. Hay que saber que el sistema conoce mejor al individuo común de lo que él mismo se conoce a sí mismo.

 

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