LA FALSA SEGURIDAD QUE VENDE EL RÉGIMEN PARA ATRAER INVERSIONES.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández; Educador.

La pasada reunión a la que asistimos la ciudadanía, transmitida en directo desde CAPRES el pasado 15 de febrero, donde el ilegal ejecutivo que padecemos comió con la élite empresarial latinoamericana y con sus hijos a costa del erario público, fue esencialmente para vender a nuestro país como destino para sus inversiones.

Pero no llegan.

En la reunión hemos escuchado al patrocinador, que es la primera vez que el país reúne en un salón al menos 60 veces el PIB nacional.

En otro momento alegó que su familia era parte de aquella élite.

No faltaron las fustigaciones que de modo gratuito éste emprendió contra su homólogo de Colombia, sobre el que además reseñó que sus acciones ponían en peligro los “grandes” esfuerzos empresariales.

Finalmente alegó que su régimen no se cansa de construir estrategias para desregular el mercado interno para favorecer esas inversiones.

Es decir, para beneficio de esa élite.

El gran talón del neoliberalismo es precisamente el libertarismo que promueve para su particular beneficio, lo que el caso argentino expone crudamente; por otro lado, su demanda de un estado mínimo no supone eso, pues si bien la pretensión es que este no intervenga su actuar, el hecho es que lo necesita para asegurarse que nadie más participará como que los beneficios sean sólo para estos, los miembros de esta élite.

Lo vemos con los incentivos con que los regala, exención de impuestos, amnistías, con todos los privilegios con los que la clase política gobernante los asiste, por lo que, sin lugar a dudas, esas riquezas que vimos desfilar en ese show no derivan de trabajo real sino de favores políticos, pues los estados existen con ese solo propósito.

Es decir; vimos a verdaderos facinerosos cuya razón en la vida es enriquecerse a costa de lo que sea.

Un ejemplo que evidencia esto fue la declaración que hiciera Musk sobre el golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia, alegando que: “…tomaremos lo que necesitemos…”, implicando no solo la responsabilidad estadounidense tras aquel crimen, como el que la visión neoliberal del mercado supone el derecho de este a apropiarse lo que sea donde sea porque sí.

Dicho de otro modo; el modelo ha establecido para esta clase una verdad para ellos incontestable: la riqueza es para ellos.

Sin importar nada.

En tales términos, comprendamos que el modelo es un depredador por definición, que no reconoce más que sus intereses, por lo que lo que vemos en nuestro país es precisamente la cristalización de ese esquema, desmontando toda regulación y acabando por principio también con la institucionalidad.

Y sin institucionalidad, cualquier día, el caudillo se levanta y decide cambiar su discurso, para justificar una expropiación.

¿Y por qué no?

También a su familia le expropiaron esos carteles sus bienes como recordamos.

Y porque al final, de lo que se trata es de ostentar más riqueza sin importar que.

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