Por: Elio Masferrer Kan. *
Durante muchos años los evangélicos mexicanos hicieron y hacen en varias ciudades una marcha agradeciendo al presidente Benito Juárez García (1858-1872) las Leyes de la Reforma que permitieron la libertad de cultos y la presencia legal de iglesias y credos religiosos distintos de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. La marcha coincide con la fecha de nacimiento de Juárez que es el 21 de marzo y coincide también con el inicio de la primavera.
Las manifestaciones fueron creciendo en magnitud y competían con el homenaje que le hacían distintas tendencias y logias de la Masonería mexicana, reivindicando al hermano masón que derrotó a los conservadores, quienes aliados con el Alto Clero proclamaron el Imperio Mexicano, encabezado por Maximiliano de Augsburgo y respaldado por el ejército francés. Juárez se inició en el Rito Yorquino y luego se integro al Rito Nacional Mexicano.
Los evangélicos más conservadores criticaron que la marcha coincidiera con el cumpleaños de Juárez, quien era católico y se propusieron impulsar el Sábado de Gloria, que festeja la víspera de la Resurrección de Jesús de Nazareth para que fuera un fecha “más cristiana” en términos teológicos, y a su vez veían con desconfianza la asociación entre evangélicos y liberales, pues muchos líderes evangélicos tenían una estrecha relación con el nacionalismo revolucionario, que pretendía encarnar el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La corrupción del PRI llevó a que un segmento de los evangélicos se vinculara al Partido Acción Nacional (PAN), que había sido denunciado como un “apéndice” de la Iglesia Católica, aunque al interior del PAN se había consolidado una tendencia social cristiana al estilo alemán, donde católicos y protestantes van unidos, contra la izquierda y los liberales.
La elección del Sábado de Gloria para la marcha de los evangélicos fue muy inteligente pues ese día no es laborable, y les permitía competir con las celebraciones católicas de la Semana Santa. La marcha arranca a las 2 de la tarde del Museo Nacional de Antropología, recorriendo la icónica Avenida de la Reforma, para llegar a la Plaza de la Constitución, donde se celebra un concierto de música cristiana que dura hasta la madrugada del domingo y reúne muchos jóvenes creyentes.
Este año la convocatoria a la Marcha fue polémica pues el Diputado Hugo Eric Flores (MORENA) lanzó una invitación a participar de la misma, desde la Cámara de Diputados, contraviniendo todas las tradiciones laicistas de la sociedad mexicana y violando en forma ostensible la legislación en la materia. La prensa de oposición divulgó con entusiasmo los hechos y Flores fue muy criticado por el pastor Arturo Farela Gutiérrez, líder de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (CONFRATERNICE) muy conocido por el respaldo que hace a la 4T y a MORENA.
https://julioastillero.com/ilegal-e-inmoral-farela-violentan-mis-derechos-eric-flores-pastor-y-politico-debaten-sobre-laicidad/0
La Marcha de Gloria une a la inmensa mayoría de los evangélicos, en tanto creyentes, y unifica a personas que tienen distintas posiciones políticas (o ninguna) y la convocatoria del diputado fue recibida con notorio desagrado por muchos evangélicos, pues desvirtúa el carácter de la Marcha de Gloria. Los analistas políticos ven la proclama del diputado como una estrategia política para volver a relanzar al PES (Partido Encuentro Solidario o Social) que perdió en dos oportunidades su registro electoral, simplemente porque los millones de ciudadanos evangélicos no se sienten representados por su proyecto político y lo ven como un oportunista que trata de asumir los proyectos de partidos confesionales al “estilo de Bolsonaro” en Brasil.
Hugo Eric Flores perdió la oportunidad histórica que tuvo en 2018 cuando se “colgó” del triunfo de Andrés Manuel López Obrador participando de la coalición electoral Juntos haremos historia y muchos evangélicos y candidatos del PES fueron electos, aunque el PES no logró el 3% de votos y perdió el registro electoral. Hugo Eric en lugar de dedicarse a consolidar el partido aceptó unirse a la alta burocracia morenista e intentó en el 2021 obtener el registro electoral llevando candidatos que le “arrimarían votos” y que no tenían un perfil “ético y moral” aceptables para los evangélicos, volvió a perder y el truco no le funcionó. Ahora el recurso de acercarse a una actividad socio religiosa consolidada por decenas de años para llamar la atención de los evangélicos tampoco le servirá.
En estos días de guardar muchos evangélicos leerán la Biblia y verán que Jesús de Nazareth les advirtió “Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán (Mateo 24.3)
Doctor en Antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH