Papa Francisco, el pontífice que dio voz a los pobres y los descartados.

Nacido en Buenos Aires (Argentina), Jorge Mario Bergoglio encabezó un pontificado que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia católica

Por: María Rabell García.

El Papa Francisco nació en Buenos Aires en 1936 y falleció en Roma el 21 de abril de 2025

En 2013, Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el primer Papa hispanoamericano y el primer jesuita en ser elegido para el cargo

El Papa Francisco ha muerto. El Cabeza de la Iglesia y pastor de más de mil millones de católicos en el mundo ha fallecido a los 88 años en su residencia de Casa Santa Marta.

Según comunicó el Camarlengo, cardenal Kevin Joseph Farrell, el Pontífice falleció este lunes 21 de abril a las 7:35 de la mañana.

El Santo Padre sufrió un complicado cuadro de salud en los últimos meses que lo mantuvo en cuidados intensivos durante varias semanas, con sucesivos altibajos que el mundo entero conoció gracias a los sucesivos partes médicos publicados por el Vaticano de forma puntual, tanto por la mañana como por la tarde.

Exactamente, el Papa estuvo ingresado 38 días con varios episodios de crisis que lo llevaron al borde de la muerte. Pese a lo cual, se recuperó y pudo ser dado de alta el 23 de marzo.

El Pontífice reapareció ayer, Domingo de Resurrección, en la Plaza de San Pedro del Vaticano, para impartir la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad de Roma y al mundo), notablemente desmejorado.

Con apenas un hilo de voz, el Santo Padre tan solo fue capaz de decir a los fieles congregados ante la Basílica del San Pedro las palabras «queridos hermanos y hermanas: Feliz Pascua. El maestro de ceremonias leerá el mensaje».

El maestro de ceremonias de la Santa Sede, Mons. Diego Ravelli, fue el que leyó el mensaje del Papa, donde realizó un firme llamamiento a la paz, denunció «la carrera general hacia el rearme», lamentó el maltrato del que son víctimas los migrantes, y denunció el creciente antisemitismo en el mundo.

Además, ayer también mantuvo un breve encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance y su esposa, un encuentro diplomático encuadrado en la normalidad que no solo no hacía esperar un inmediato fatal desenlace de la enfermedad del Papa, sino que incluso se interpretó en la prensa como un síntoma de la paulatina recuperación.

Pese a su delicado estado de salud, el Papa pudo regresar al Vaticano para las celebraciones de Semana Santa y, aunque no presidió ninguna de las ceremonias litúrgicas, sí realizó varias emotivas apariciones públicas.

El Papa, que llegó a cátedra de Pedro el 13 de marzo de 2013 como un Pontífice procedente casi del fin del mundo. Deja como legado una profunda reforma de la Curia vaticana.

Estilo humilde y cercano.

Desde su elección en 2013, Francisco fue reconocido por su estilo humilde y cercano, destacando su firme compromiso con los pobres, los más vulnerables y sus continuas exhortaciones por la paz mundial. Su mensaje constante de fraternidad y diálogo interreligioso lo convirtió en un referente no solo para los católicos, sino para millones de personas alrededor del mundo.

El Papa, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, encabezó un pontificado que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia católica. Su salida al balcón de la basílica de San Pedro el 13 de marzo de 2013 no solo representó la elección del primer Pontífice proveniente del continente hispanoamericano, sino también la figura de un líder que tomaría ciertas decisiones que sorprenderían y dividirían opiniones, pero siempre con la convicción de que la Iglesia debía salir de ciertos protocolos institucionales.

Es precisamente ese uno de los aspectos más destacados de su papado: su enfoque en la reforma interna de la Iglesia. Desde el inicio, Francisco promovió un cambio en la administración vaticana, haciendo frente a la opacidad financiera y a algunos escándalos de abuso dentro de la Iglesia. En 2014, creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y nombró a un grupo de cardenales para reformar la Curia Romana, buscando una mayor transparencia.

A lo largo de su pontificado, Francisco también realizó viajes históricos a regiones del mundo donde la Iglesia tenía una presencia limitada o donde los conflictos religiosos y políticos eran intensos. Su viaje a Cuba en 2015 marcó un hito cuando realizó una visita de cortesía al líder histórico de su Revolución, Fidel Castro. También viajó a Irak en 2021, siendo la primera vez que un Papa visitaba este país.

En sus once años como Cabeza de la Iglesia, Francisco no fue ajeno a la controversia ni a la división, pero uno de los mayores malentendidos ha sido el intento de reducir su figura a un planteamiento político o de encasillarlo en una ideología particular desvirtuando su mensaje.

El Papa argentino nunca se conformó con las categorías tradicionales del debate político, y su enfoque sobre temas como la justicia social, la paz o la migración ha sido siempre transversal, apelando a principios universales más que a agendas partidistas. Al final, su papado puede interpretarse de muchas formas, pero lo que está claro es que su vocación ha sido, por encima de todo, pastoral.

La Santa Sede aún no ha comunicado los detalles de su funeral, ni la fecha. Lo que sí se sabe es que no será enterrado en las grutas vaticanas, sino en la basílica de Santa María la Mayor, donde reside la Salus Populi Romani, la imagen de la Virgen por la que siempre tuvo una gran devoción, incluso antes de ser Pontífice, y que visitaba antes y después de cada viaje que realizó.

También es sabido que los ritos funerarios serán distintos. Francisco aseguró en vida que el funeral de Benedicto XVI sería el último que se llevaría a cabo con ese protocolo fúnebre. Así, Francisco introdujo modificaciones en lo que sería los funerales de los Papas, destacando una mayor simplificación de las ceremonias y la eliminación de tradiciones como el uso de tres féretros y el catafalco para la exposición del cuerpo.

Como explicó en el libro El Sucesor, «el ritual actual estaba demasiado recargado. Eso de hacer dos velatorios me parecía excesivo. Que se haga uno solo y con el Papa ya en el ataúd, como en todas las familias. Cambié varias cosas, en línea con la reforma que ya hicieron Pablo VI y Juan Pablo II», aseguró. Lo que está claro es que, como bien dijo, «será con dignidad, como cualquier cristiano, pero no sobre almohadones».

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