Por: Róger Hernán Gutiérrez. *
El mundo del trabajo es una clara oposición de las fuerzas del capital versus el concepto de lo que es el trabajo y la fuerza laboral como parte importante de las fuerzas productivas. En consecuencia, la lucha de este Primero de Mayo es la oposición plena a los indicadores claves que anulan la conciencia y pauperizan las condiciones laborales; la oposición férrea a la flexibilización y galopante tercerización, a la política empresarial del bajo costo de producción, en detrimento del desarrollo humano; a las acciones empresariales y del gobierno que llevan al desempleo y sub empleo, oposición a todo lo que pretenda como resultado flexibilizar derechos, tercerizar (sub contratación y alta ocupación en la informalidad) la economía y llevarnos a una mayor precarización laboral. Es por tanto la tarea impulsar la organización social en unidad en la acción para ir quitando el miedo y anular los riesgos combatiendo el empobrecimiento, el abuso y la arbitrariedad de los sectores dominantes.
Estamos por la libertad: de asociación y clara sindicación; por las libertades sindicales de organización, contratación colectiva y derecho a la exigencia de las diferentes condiciones que desarrollen la humanización del trabajo.
Estamos por los más necesarios y vitales derechos humanos: la vida—la derogación del régimen de excepción—y la amenaza de criminalizar la fuerza pública y el capital toda protesta y acción ciudadana que ejerza las libertades de asociación, de expresión, de información, de trabajo y de participación plena en la economía del país.
Estamos por una lucha contra las acciones y decisiones políticas que deterioran el medio ambiente y las condiciones de una existencia humana favorable a los intereses de la comunidad, Nos oponemos al deterioro contaminante de las industrias, que depositan los deshechos en ríos y contaminan el agua para la reproducción de las especies, plantas y de los seres humanos.
Decimos NO a la minería metálica, al desarrollo de infraestructura que deteriora las condiciones ambientales y fortalece el desalojo de las comunidades, en cuanto a no poder disponer de una soberanía alimentaria; de una educación de calidad en todas las etapas de la formación en conocimiento, habilidades y competencias.
Nos oponemos férreamente a la anulación y desaparecimiento de sustentos vitales para la humanidad y las personas trabajadoras en cuanto a la descapitalización del ISSS, deterioro del sistema de salud, la deficiencia de cobertura de medicamentos, la desatención de los servicios médico hospitalarios, que cubren la sanidad—referida al estado de salud y a los servicios públicos y privados relacionados con la salud, incluyendo la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, entre otros factores.
Seguimos en una férrea defensa por cambios estructurales en la protección social—en lo pertinente a la previsión social, a partir de la formación de un sistema de pensiones, con la cobertura plena nacional, con una administración independiente, autónoma y en pro de los intereses de quienes son dueños de los fondos de pensión, con procesos de rentabilidad de los fondos de pensión que la garanticen y evitando los riesgos de pérdidas, abusos y arbitrariedades de quienes administran hoy y la realicen. Y con los beneficios que establezcan y garanticen las condiciones de vida de los grupos poblacionales en procesos de envejecimiento, desempleo, desprotección familiar y protección en estados invalidantes para el ejercicio laboral y permanentes.
Necesitamos la mejora sustancial de los servicios públicos, deteriorados y anulados por acciones del Presidente Bukele, del Fondo Monetario (FMI), ministros, directores y de todos aquellos cuerpos directivos en las instituciones que no velan por los derechos de la ciudadanía, que avalan y realizan reducciones de personal, a través de despidos sin el debido proceso. Y en el peor de los casos atentando con un ejercicio sindical en libertad y con anulación de las personerías jurídicas de las organizaciones sindicales. A través de criminalizar la acción sindical, supresión de plazas y acusaciones infundadas del trabajo público a cargo.
Importante destacar que hay una clara anulación en el ejercicio de los diferentes órganos y carteras de estado, de las instituciones autónomas, de las instituciones del Ministerio Público y de aquellas instituciones contraloras en el manejo justo y legal del gasto público, acorde a las diferentes partidas asignadas según el presupuesto nacional aprobado.
Necesario la mejora sustancial en la economía del país, que lleve a un mejoramiento efectivo del bienestar de la población trabajadora, a través del mejoramiento del sistema salarial, de los salarios mínimos, de las prestaciones de ley u obligatorias, del efectivo diálogo social que lleve a discusiones informadas y democráticas en los espacios tripartitos sobre el tema de la economía, que deben ser reactivados, a partir del cumplimiento satisfactorio de las acusaciones demostradas a través de quejas en contra del país en la sede de la Organización Internacional del Trabajo-OIT.
*Sindicalista salvadoreño.