El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició oficialmente su campaña por la reelección atacando a sus oponentes demócratas.
Trump inició su campaña atacando a sus oponentes demócratas con un discurso incendiario con el que motivó a su audiencia al odio y la intolerancia, llegando incluso a mentir en diecisiete ocasiones, según el Washington Post. Al igual que lo hiciera la primera vez, nuevamente se estrello contra los inmigrantes a quienes volvió a criminalizar.
En el inicio de su campaña de re-elección, Donald Trump vuelve a usar el mismo guion que parece haberle funcionado, arremeter contra la inmigración indocumentada.
La inmigración ilegal masiva trae millones de trabajadores con mano de obra barata, para competir por trabajos y oportunidades contra los estadounidenses más vulnerables, quitándoles el sueño americano. La inmigración ilegal masiva baja los estándares de vida y socava los recursos públicos.
Expertos en Inmigración aseguran que los operativos de ICE podrían incluir redadas en negocios, restaurantes y visitas inesperadas en casas, buscando a personas con previas órdenes de deportación. Según este abogado, el deseo de Trump, podría terminar en las cortes.
Donald Trump ha utilizado los ataques contra las minorías como el elemento clave para lograr la simpatía de sus electores. La criminalización de los inmigrantes, separación de familias, prohibición de entrada de musulmanes de seis países y eliminación de programas como DACA y TPS entre otros, han marcado los dos primeros años de su Administración.
Expertos destacan la hipocresía del presidente, quien ataca implacablemente a los inmigrantes indocumentados, mientras que es sus negocios, él mismo explota a miles de ellos. Tal y como fuera ampliamente denunciado.