Lecciones de una singular elección Presidencial
La más reciente revista ECA de la Universidad Centroamericana (UCA) publica un interesante editorial en donde hace sus reflexiones sobre las implicaciones de las elecciones presidenciales de febrero pasado.
El número 756 correspondiente a enero-marzo de 2019 titula su editorial “Lecciones de una singular elección presidencial”. Sostiene ahí que a los partidos ARENA y FMLN la realidad se encargó de ponerles brutalmente los pies sobre la tierra. Dice que si estos partidos no consiguen convencer al electorado de que todavía tienen algo que decir y, sobre todo, algo importante que hacer, habrá otra debacle dentro de dos años, en las próximas elecciones de diputados y alcaldes. Claro, eso dependerá de cómo gobierne Bukele. Afirma que a los dos partidos les falló lo fundamental, la cercanía con la gente y su sentir. Y que en lugar de preguntarse por la razón de la gran popularidad de Bukele, ARENA y el FMLN recurrieron a las tácticas tradicionales, sin caer en la cuenta de su inoperancia. Tampoco se percataron de que la realidad nacional había cambiado, anclados como estaban en su pasado de posguerra. No tenían nada que ofrecer, excepto sus antiguos recelos.
Para la Revista ECA el electorado no votó por Bukele engañado o confundido, pensando que era de izquierda. Votó por él porque el FMLN ha dejado de ser la alternativa respecto a ARENA.
Respecto al nuevo gobierno la revista universitaria afirma que la irrupción de Nayib Bukele y Nuevas Ideas en la política nacional ha alterado el orden establecido por ARENA y el FMLN. El futuro inmediato mostrará el calado de esas transformaciones. Afirma que el fenómeno no es exclusivo de El Salvador, que se ha dado en Brasil, Francia, Guatemala, Italia e incluso Estados Unidos en donde los gobernantes provienen de la periferia política local.
Cree la ECA que lo que se necesita es una oposición racional y justa desde la legislatura. Y que deben buscar incansablemente el bienestar de la generalidad, sobre todo, de los sectores más vulnerables, pobres y sin oportunidades.
El nuevo poder Ejecutivo afronta también su propio dilema. Su eficacia depende de la rapidez con la que realice algunas obras, al menos la más llamativas e importantes, como el combate a la corrupción. Pero la tarea es ardua. La empresa es trabajosa, porque existen demasiados y muy poderosos intereses implicados.
Y concluye el editorial de ECA: “Proyectar la imagen de un presidente de la República todopoderoso es delirio. La ambición desmedida empuja a los políticos, los partidos y los candidatos a proyectar un poder que jamás detentarán. (…) La gente quiere hechos y no palabras. El gobierno de Bukele enfrentará el mismo desafío”. El gobierno de Bukele debe tomar cuidadosa nota de dónde han caído sus dos adversarios principales y actuar rápido y eficazmente para introducir al menos algunas de las novedades anunciadas y más deseadas, aun cuando la situación sea muy compleja.
