Politicemos los temas de interés nacional

Róger Hernán Gutiérrez*


Róger Hernán Gutiérrez*

El pasado 15 de enero, se generó una coyuntura sobre la posibilidad de un incremento al salario mínimo del país, luego del informe del Consejo Nacional del Salario Mínimo-CNSM, se vinieron una serie de ataques viscerales de los empresarios aglutinados en la gremial ANEP, y los medios de derecha se han encargado de traducirlo a un lenguaje de ataques al actual gobiernos, dentro de una coyuntura electoral.

Para la ANEP, el asunto se ha politizado, y esto fue suficiente para que los diputados de la derecha-ARENA-GANA-PCN y PDC-vibraran al ritmo de los intereses que siempre han defendido—la ganancia y a la oligarquía del país; son los mismos diputados que se plegaron en pro de los intereses para favorecer a las afp en la reforma de pensiones de sept2017.

El tema del salario mínimo es algo consustancial a la vida nacional de toda la población laboral que necesita salir del empobrecimiento económico-social a la que está sometida por la forma de dominación del modo de producción capitalista, que mantiene niveles de explotación laboral para una mayor generación de plusvalía (ganancia apropiada por el burgués sin trabajarla), en tanto que es la medida socio-económica para acercarnos a un mejoramiento de los ingresos necesarios para una cobertura básica en materia de orden moral, material y cultural, de conformidad al costo de vida tal como lo dice la constitución-art38 ordinal 2°.

En consecuencia por qué si hay todo un marco jurídico de sustento para el mejoramiento de los salarios mínimos, se toma por los políticos y empresarios como una situación “politizada” que no debería tocarse al estar en un proceso electoral. Es claro que es un tema polémico, pero no por ello no sea importante sacarlo en el debate, En la campaña presidencial anterior de ARENA—su candidato Quijano—ofreció hacerlo llegar a $300.- Los análisis que se hacen son que el aumento al salario mínimo el año 2017, no fue negativo en la mayoría de aspectos económicos, pero hubo sectores de la economía que acumularon más ganancia y ello concentró el ingreso generado por la producción interna.

Importante es establecer que cuando se trata de temas sensibles a la población como es el incremento a los salarios mínimos que benefician a más de 232,000 personas, se cierra filas por parte de los sectores dominantes del país, para no tomar compromiso de seguir acercando el salario a los niveles de compensación social que se requieren. Los sectores económicos han mantenido niveles de contracción al salario mínimo que les permitió mayores niveles de ganancia, y ello fue una razón del por qué la enorme oposición a los cambios en el Consejo Nacional del Salario Mínimo y la nueva representación laboral que dieron su concurso al gobierno para un incremento más apegado a los principios constitucionales que lo sustentan.

Los temas que se politizan en el país son aquellos que identifican claramente a los sectores empresariales pudientes y ricos contra los sectores populares—y el salario mínimo tiene esa fuerza y deja en evidencia los intereses que se defienden— lo que debe quedar claro es que sólo el anuncio de una apertura a dialogar y analizar el nuevo incremento para un próximo año, está generando una acción de descrédito a la vocería que lo está planteando y acusaciones sobre de que no es el momento.

Pareciera que en la sociedad salvadoreña hay restricciones a un ejercicio sano de debate y aprobación de temas que le son de interés a la población, pero que sin embargo todo el accionar electoral es a impedir su puesta en la mesa de trabajo de los políticos, quienes no quieren asumir compromisos ni trabajarlos en el espacio correspondiente. El voto consciente debe definir con claridad quienes son los que se oponen a un mejoramiento de los niveles de condiciones salariales en las personas trabajadoras.

Es de lógica que estos momentos electorales son los más adecuados para el abordaje de los temas socio- económicos que permitan mejorar el desarrollo humano, la ley de medicamentos fue un tema del pasado al que se hizo fuerza social para que se aprobara. La ANEP a través de sus voceros ha puesto en el descrédito la información y busca acusar de que hay abusos de parte del partido en el gobierno de instrumentalizar el tema del salario mínimo de manera electoral.

Esto lo que está denotando es que los empresarios juegan electoralmente, al a defender su sistema económico de empobrecimiento y su partido, ARENA que se opone al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo.

*Sindicalista salvadoreño

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