Consejo Superior del Trabajo, funcionando ¿Para qué y para quiénes?

(Por: Róger Hernán Gutiérrez*)

ANTECEDENTE. Realmente las épocas han sido difíciles y complejas, todas ellas dentro de un contexto de rivalidades, oportunismos, intereses sectarios, oscuros y por momentos ideológicos. En la transición de la guerra a la paz uno de los acuerdos dimensionaba la formación del Foro de Concertación Económico Social-FCES, este fue “dinamitado” desde afuera y adentro para que ya no continuara (1993); y los aspectos que arriba mencionamos jugaron un papel importante. Su composición estaba precisamente integrado de la manera como hoy se estructura el Consejo Superior del Trabajo-CST—con 24 personas con representaciones igualitarias de la élite que mueve la economía de un país: el sector laboral; sector empresarial y el gobierno como ancla y facilitador (en nuestro caso un estamento de corte neoliberal—con la doctrina y misión de debilitar y eliminar todo lo público así como fortalecer y favorecer de manera impositiva todo lo privado—

En ese momento no existían de manera legal con personería jurídica—muchas organizaciones de derecha y de izquierda que se involucraron durante la guerra a saber; UNTS; UNOC; ADC; CTS; CGT; SLD; y a estas algunas otras legalizadas vinculadas a éstas como FESICONSTRANS; AGEPYM; SUTC; FENASTRAS; FESTES; FEASIES; FUSS, FESTRAES; CGS; CUTS. Como parte de dar fe a este asunto se dispusoa de la COPAZ, como organismo de seguimiento a los acuerdos de paz—y se tuvo la asistencia técnica de la OIT. En el trasfondo hoy se menciona que existían pactos oscuros para no tocar el modelo económico; para introducir la doctrina neoliberal en toda su fuerza; las elecciones de 1994 confirmaron componendas que se fueron desarrollando en ese proceso histórico. Y las reformas laborales que se tuvieron fue crear el Consejo Superior del Trabajo-CST.

En esa época las violaciones a derechos laborales era muy fuerte sobre todo en actividades económicas donde el modelo económico prevalecía—las zonas francas y DPA (las maquilas), las huelgas en diferentes empresas era continua y reflejaban una alta polarización por los intereses laborales y los empresariales—en todo esto el Gobierno neoliberal pretendía impulsar un control que amainara la lucha de clases intensamente vivenciada en la práctica, que implicaba una fuerte cultura organizativa social y política, de denuncia, demanda y movilización por las reivindicaciones más sentidas. Siendo así se fue imponiendo figuras como el solidarismo (una especie de mutualismo) y el modelo no sindicato en las empresas.

El nuevo “estado de derecho”, estaba imponiéndose e implicando la anulación plena de todo aquello que sonara a político, en tanto que la expresión conservadora de aquel entonces era volver al estado de derecho que la guerra había revuelto, y volver al orden que el des-orden del conflicto había provocado en la sociedad salvadoreña- Se reformó la ley laboral y se creó una regulación para dar paso a un FCES diferente y legal el CONSEJO SUPERIOR DEL TRABAJO.

Con este antecedente—la figura del CST, tuvo en un principio cierta libertad de trabajo, la regulación determinó que debía disponer de una Junta Directiva—integrada por el Presidente nato, el Ministro de Trabajo y por los dos vice presidentes de cada sector (laboral y empresarial). Además de una secretaría para todo el consejo y de dos asesores uno para cada sector. Dos sesiones al año y las extraordinarias que se puedan convocar. Con dietas en aquel entonces de ₡36.00 por sesión. Esta JD es la encargada de planificar la agenda del CST, y es aquí donde se cocinan las cosas turbias que luego se imponen en el plenario.

El período de trabajo “sano” fue corto de 1994-1999, pero siempre difícil por no disponer de una correlación favorable, la medición estaba 2½ a ½, a partir de este punto se le dejó todo el campo a la derecha sindical, que luego del período de gobierno con el FMLN, se había excluido de participar, sin embargo no se pudo reactivar esta instancia tripartita por la corta visión de dicho partido y se perdió la oportunidad, no sin antes entramparlo (2013) hasta que fue viabilizado el pasado 16/9/2019, con todos los dados cargados como en aquélla época, pero esta vez con algunas diferentes condiciones en el contexto.

1°) Es un neoliberalismo más avanzado—una fase de mayor desarrollo del corporativismo capitalista y los intereses empresariales por sobre los derechos de la clase trabajadora.
2°) Será la instancia que legitime toda la adversidad, flexibilidad y desregulación laboral necesaria, que de acuerdo a estos empresarios y gobernantes neoliberales, es necesario imponer para saltar a un estadio de supuesto bienestar, es el proceso de medicina amarga anunciado por el Presidente.
3°) En una lógica de ganar y perder—la historia de nuevo se ensaña con el pobre, con la persona trabajadora (el perdedor); y se nutre al fuerte, al poderoso, al que acumulará más riqueza, al dominante (el ganador).

*Sindicalista salvadoreño

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