El futbolista español Gerard Piqué firmó este lunes su renovación con el Barcelona hasta 2022, al extender el contrato del central de 30 años por los próximos cuatro años.
En el nuevo acuerdo destaca la cláusula de recisión fijada en 500 millones de euros, que la hace la segunda más alta del equipo, igualada con la del polivalente Sergi Roberto y solo superada por la de Lionel Messi (700 millones).
“Esta es mi casa, en la vida podría hablar mal del Barça porque esta es mi casa. Si me tengo que ir, me iré, pero quiero hacer las cosas bien e ir de la mano de ellos siempre”, confesó el jugador a la prensa tras la firma.
Piqué reconoció que “solo me motiva jugar aquí” y añadió que “si no hubiese renovado, quizás lo hubiese dejado. Si no fuera por jugar en el Barça, lo dejaría”.
Por otra parte, se mostró consciente de su particular forma de ser, tendente a la polémica en muchas ocasiones, pero aseguró que no va a cambiar.
“Intento ayudar a mis compañeros y ser un ejemplo, aunque sé que en muchas cosas no lo soy, pero soy como soy”, manifestó.
Además, insistió en su deseo de mejorar, tanto deportiva como personalmente: “No me escondo y no me arrepiento. Todos tenemos defectos, pero algunos los esconden mejor que otros”.
Asimismo aseguró que “mejorar es un proceso que nunca para. Hasta el día que me retire intentaré mejorar, también en mi vida personal”, subrayó.
Piqué, quien no esconde su deseo de ser algún día presidente del Barcelona, es una pieza fundamental del eje de la defensa azulgrana, así como de la selección española, aunque a pesar de ser unos de los líderes del vestuario, no ejerce de capitán.
Formado en las categorías inferiores del equipo, se fue con 17 años al Mánchester United, escuadra que tras una breve cesión al Zaragoza en la temporada 2006-2007, lo traspasó al Barcelona, plantel con el que ha jugado hasta ahora 424 partidos y ha ganado prácticamente todos los trofeos posibles en el fútbol.
El defensor, quien que mantiene una relación con la popular cantante colombiana Shakira, y tiene dos hijos con ella, es querido y odiado a partes iguales en España.
Sus posiciones en favor del derecho a decidir en la región de Cataluña le convirtieron en blanco de abucheos en algunos estadios españoles cuando juega con la selección.
(Con información de Prensa Latina)
