El actual Palacio Nacional —erigido entre los años 1905 a 1911, obra del ingeniero José Emilio Alcaine y bajo la dirección del maestro de obra Pascasio González Erazo—, que combina detalles neogóticos, neoclásicos y renacentistas, alcanzó la declaratoria de Monumento Nacional en el año 1980.
Entre sus detalles decorativos de imponente presencia destacan diferentes rostros ubicados en las entradas, arcos y puertas del inmueble. Por ejemplo, la puerta principal es custodiada por dos leones —uno en cada pilar de ingreso—, animal considerado uno de los elementos heráldicos más antiguos de Europa.
En las cuatro fachadas del inmueble figuran siete rostros femeninos diferentes entre sí, que adornan la cúspide de los arcos de las siete ventanas de las secciones derecha e izquierda, y que, según el historiador Israel Cortez, representan “musas o las diosas principales de la mitología grecorromana. Las deidades representaban las artes o virtudes de los seres humanos”. La autoría de estos elementos es de la Casa Ferracutí, proveedora de esculturas para la decoración del Palacio Nacional.
El Salón Azul, ocupado por la Asamblea Legislativa desde 1906 hasta 1974, contiene detalles jónicos, corintios y romanos; en ellos resalta la presencia de 18 rostros femeninos iguales, de mirada seria, que según la teoría del historiador Cortez representan al pueblo vigilando a sus legisladores.
Entre todos estos, se encuentra un rostro disruptivo, un personaje grotesco que llama la atención de todos los visitantes del Palacio Nacional. Su figura en madera tallada en relieve está compuesta por facciones humanas, colmillos prominentes, melena de león, bigote, barba y tiene la boca abierta mostrando su lengua.
En total, la misma figura en relieve se encuentra 20 veces, ubicada en las puertas de los dos salones anexos al vestíbulo de cada uno de los ingresos del Palacio. Cortez opina: “Para algunos es un demonio, un duende, para mí es muy mesoamericano y podría representar ese imaginario”.
Estos elementos decorativos en particular fueron tallados por ebanistas salvadoreños. Te invitamos a conocer estos y otros detalles históricos en el Palacio Nacional, ubicado en el centro histórico, los días de martes a jueves, de 8:00 a. m. a 4:00 p. m.; los viernes y sábados de 10:00 a. m. a 10:00 p. m. y domingos de 10:00 a. m. a 6:00 p. m.