El sumo pontífice abordó éste y otros temas en un mensaje enviado a los asistentes a la ceremonia internacional por el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Francisco lamentó cómo la comida deja de ser medio de subsistencia para convertirse en cauce de destrucción personal y precisó que la ‘primera preocupación ha de ser siempre la persona humana, especialmente quienes carecen de alimentos diarios y que a duras penas pueden ocuparse de las relaciones familiares y sociales’, señaló
Resulta cruel, injusto y paradójico, aseveró, que existan en el mundo abundantes alimentos para todos y, sin embargo, no todos tienen acceso a ellos, además de que hayan regiones donde la comida se desperdicia, se desecha, se consume en exceso o se dedican alimentos a otros fines que no son alimenticios.
En tal sentido la máxima autoridad de la Iglesia Católica expresó que para salir de esa espiral es necesario el desarrollo de instituciones económicas y cauces sociales que faciliten el acceso de los pobres de manera regular a los recursos básicos.