Un asunto de vital importancia para la clase trabajadora

(Por: Róger Hernán Gutiérrez*)

Estamos sobre el tercer año de vigencia del salario mínimo incrementado en la lucha sindical y social en el año 2017. El Código de Trabajo habla de que el salario mínimo deberá revisarse al menos cada tres años. Ello significa que faltando dos meses para terminar el año, no se ve claro nada al respecto del tema. Esto tiene a su base la manera que el actual Ministro de Trabajo tiene de hacer las cosas en dicha cartera—un secretismo importante—y sólo sale a la palestra pública cuando tiene una acción mediática que de acuerdo a su análisis le redituará alguna posición conveniente.

El caso es que se desconoce si el proceso para elegir a los concejales del salario mínimo, está terminado o se está esperando que el juego esté a su favor para hacer la jugada. En esto es claro que lo que está buscándose es una correlación de fuerzas con la ANEP que es la que siempre gana los procesos para elegir la representación patronal, por qué será, es algo que históricamente se ha tenido sin cuidado, y representa a nuestro juicio un problema, dado que en nuestra economía cada sector empresarial dentro de ésta tiene una realidad socio-económica que le permite cumplir a cabalidad con las obligaciones que la legislación laboral determina.

Para el caso son los sectores del comercio y los servicios, donde supuestamente su economía es mejor, de esa manera alcanzan el mayor salario mínimo, debemos saber que los salarios mínimos después de estar bastante diferenciados se han ido unificando hasta alcanzar 4 clases; y dentro de estos los aspectos rurales y urbanos (son tomados en cuenta), así como la territorialidad—zonas de producción—pero lo más importante es que debe responder al costo de vida.

Eso tiene como significado que muchas personas trabajadoras no logran alcanzar una satisfacción de las necesidades “normales” de un hogar en el orden material, moral y cultural. El punto acá es qué significado tienen estas palabras que han estado contenidas en años de vigencia de la constitucionalidad que nos rige.

La cuestión es por qué el actual Ministro de Trabajo junto a los sectores empresariales, no hace la correcta interpretación de los contenidos constitucionales—es por cuanto caen en la esfera de los intereses y no de las necesidades—una Sala de lo Constitucional, si funcionara a cabalidad haría llegar un respeto pleno a los derechos económicos, sociales y culturales—debería actuar de oficio, sólo de esa manera no existiría la barrera de hacerlo a través de una demanda que en mucho si no es bien demandada la situación que se pide, no es admitida y se rechaza por no estar estructurada de conformidad al procedimiento, esto en términos de democracia es una barrera.

Necesario que nuestra jurisprudencia de ser posible sustentara la injusticia que se comete en cada momento que el salario mínimo es revisado, en tanto que el factor costo de vida, nunca es determinado en el análisis y el trabajador sabe exactamente que su situación de ingresos no es suficiente para satisfacer las necesidades básicas; y generar un estado de bienestar—y es sometido en su situación precaria al interés empresarial que sólo ve un mayor rango de explotación laboral y por ende de ganancia en su negocio—y el gobierno se pliega a no contradecir el posicionamiento empresarial, dejando en la orfandad los planteamientos laborales.

El movimiento sindical ve necesario una propuesta de nuevo costo de la vida, tomando en cuenta el derecho constitucional de las familias a recibir un salario que permita cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, vestuarios y servicios básicos. Necesario un abordaje serio de las variables como la inflación, el costo de las empresas (que incluye la retribución de la mano de obra), la productividad laboral y otras que influyen en la determinación de los salarios, todo desde una perspectiva regional que permita precisar el nivel de competitividad de los países. Así como la incidencia de los bajos salarios y la concentración del ingreso en la inversión y el crecimiento económico.

Es claro que para llegar a decisiones que lleven a justicia y equidad, la instancia tripartita CNSM, debe ser diferente para poder llegar a acciones de revisar y fijar un salario mínimo de conformidad al costo de vida, e incluir los requerimientos de las personas de alimentos nuevos o productos no alimenticios (pasta de dientes, papel higiénico y otros) y precisar los costos de vivienda, vestuario y servicios básicos (salud, educación, agua, energía, transporte y teléfono) que requieren los hogares, mediante aspectos concretos como son los propios hogares urbanos y rurales. Sólo de esa manera corregiremos mucha de la injusticia que sigue prevaleciendo y que no se ve si en este momento habrá una diferencia a lo interno y externo del Consejo Nacional del Salario Mínimo.

*Sindicalista salvadoreño

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